Raxoi vuelve a ordenar el cierre de la sala Malatesta por altos niveles de ruido
La decisión llega tras nuevas mediciones en la zona y los propietarios tienen un plazo de diez días para alegar

Exterior de la sala Malatesta que estuvo clausurada ya este verano / Jesús Prieto
La sala Malatesta volverá a cerrar en los próximos días. El Concello de Santiago ha vuelto a abrir un expediente al local situado en el barrio de San Lourenzo por altos niveles de ruido. El establecimiento ya estuvo clausurado entre marzo y noviembre del año pasado por superar el número de decibelios permitido por la normativa. Ahora una vez se reciba la nueva notificación, los propietarios tienen un plazo de 24 horas para suspender la actividad. De no hacerlo, será la Policía Local la que la precinte.
Hoy hay concierto
Para hoy la Malatesta tiene programado un concierto de la banda Radiocrimen en sustitución de los madrileños Porretas. Raxoi comunicó ayer la apertura del expediente. Pese al plazo de 24 horas para clausurar el local, aún podría celebrarse la actuación dado que los dueños tienen aún un periodo de tiempo para darse por notificados por parte del Ayuntamiento. El cierre de la sala es cautelar y los dueños de la Malatesta tendrán a partir de ese momento otros diez días para presentar sus alegaciones y evitar que se le quite la licencia y se clausure definitivamente el establecimiento que hace años fue residencia del grupo Chévere como Sala Nasa.
Denuncias vecinales
La decisión de Raxoi llega tras nuevas denuncias de la asociación vecinal Río Sarela y particulares. En marzo el Concello tomó la decisión de clausurarla tras comprobar un exceso de decibelios en una medición realizada en viviendas cercanas. Raxoi requirió a la sala que realizase obras de mejora del aislamiento acústico. El pasado verano los residentes volvían a manifestar su preocupación dado que con la sala aún clausurada se empezaban a vender entradas para conciertos en el otoño. El Concello aseguró entonces que una vez que se finalizasen y certificasen las obras, se analizaría la posible reapertura de la Malatesta. Finalmente el departamento de Urbanismo concedió el permiso a la Malatesta para reabrir el 31 de octubre, apenas 24 horas antes del concierto de la banda Shinova para la que ya se habían vendido entradas. A finales de septiembre se tuvo que cancelar otro concierto anunciado, el de Niña Polaca, al no tener permiso todavía para la reapertura.
Nuevas mediciones
Una vez que volvió la actividad a la Malatesta, los vecinos volvieron a protestar. Pese a las obras de insonorización, los altos niveles de ruido seguían manteniéndose. Tras pedir al Concello que actuase, el departamento de Urbanismo que dirige Iago Lestegás encargó de nuevo otra medición a la empresa que había realizado la primera. Se realizó el pasado 11 de enero y se constató que «los niveles sonoros transmitidos por la actividad al interior de las viviendas superan en todos los casos los valores límites establecidos» tanto en la legislación estatal como en la ordenanza municipal, apunta el expediente. Por este motivo ayer se volvió a ordenar el cierre cautelar de la sala, que tiene licencia como café-concierto. «El Concello notificó la incoación de un expediente tras una medición desfavorable. Esta medición responde al control del Concello tras la reapertura de la sala», confirmaron fuentes de Urbanismo.
«Cierto alivio»
Los vecinos ya habían manifestado sus dudas sobre la eficacia de las obras para mejorar la insonorización del local. Antes de la reapertura la Asociación Río Sarela ya reclamaba a Raxoi que verificase que el aislamiento acústico se había realizado de manera correcta y que no se fiase simplemente de los documentos que presentase la empresa. Ayer acogían con «cierto alivio» la apertura de un nuevo expediente. Fuentes vecinales aseguran que había una «preocupación profunda» en el barrio porque la «calidad de vida había caído en picado» tras la vuelta a la actividad de la sala Malatesta.
«Garantimos que o son non sae do interior do establecemento»
Los propietarios de la sala Malatesta recibieron ayer con estupefacción la noticia de orden de cierre del establecimiento de ocio, de la que se enteraron por la llamada de este periódico. A media tarde todavía no habían recibido la notificación oficial que por la mañana firmó el concejal de Urbanismo, Iago Lestegás. En declaraciones a EL CORREO, los responsables de la sala mostraron su sorpresa por esta determinación municipal, sobre todo porque desde la última reapertura «estamos a controlar o sonido todos os días que abrimos tanto no interior como no exterior da sala». Lo hacen «con un sonómetro homologado co que comprobamos que en ningún momento superamos os decibelios que establece a normativa». Sobre las mediciones que han derivado en esta orden de cierre, desde la sala se preguntan «onde as fixeron, porque nós garantimos que o ruido do interior da sala no se percibe no exterior».
La propiedad explica que a raíz del último requerimiento municipal realizaron en el establecimiento varias actuaciones de mejora de cara a aislarlo completamente acústicamente. «Fixemos unha obra grande, principalmente na parte de atrás, onde quedou moi ben insonorizado», indica. De ahí que ahora no se expliquen a qué se debe esta nueva orden de cierre.
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