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Santiago

Raxoi mantiene abierto el diálogo para evitar el colapso de los centros socioculturales

El Concello, la empresa y el personal celebraron una reunión este jueves para buscar soluciones

Centro sociocultural de Fontiñas, uno de los que integran la red de Santiago

Centro sociocultural de Fontiñas, uno de los que integran la red de Santiago / El Correo Gallego

Manu López

Manu López

Santiago

El Concello de Santiago mantiene vías de diálogo abiertas para buscar soluciones al conflicto en la red de centros socioculturales (CSC) de Santiago, motivado por la situación que atraviesa Serviplus, la concesionaria dos de los cuatro lotes –animación y nuevas tecnologías– en los que está dividido el servicio. La empresa lleva al menos seis meses con retrasos en los pagos a los trabajadores y ha manifestado en varias ocasiones su intención de abandonar la gestión, algo que espera convertir en definitivo cuando acabe este mes. Mientras tanto, los trabajadores denuncian condiciones precarias y demandan a Raxoi que asuma la gestión directa. Al mismo tiempo, insisten en que se publiquen los nuevos pliegos, anunciados por el gobierno local hace más de seis meses.

Según confirmaron a EL CORREO GALLEGO fuentes conocedoras de la situación, en la tarde de ayer se produjo una reunión entre las tres partes para buscar soluciones. Se intenta de este modo librar a la red de centros de un colapso inmediato, puesto que la ‘espantada’ de Serviplus implicaría que «60 persoas vaiamos á rúa» y que se cancelen «máis do 80% das actividades», tal como indicaron las delegadas sindicales en un comunicado a principios de esta semana.

Raxoi quiere retener a la empresa

Antes del encuentro de ayer, fuentes del departamento que dirige Xan Duro indicaron que la empresa les manifestó su voluntad de no continuar prestando el servicio, amparándose en un retraso de más de seis meses en el pago de facturas. Sin embargo, aunque esa demora sí se había producido en octubre, «a día de hoxe, non existe ese atraso no pago, e están pendentes de pago facturas deste ano que están en prazo para o seu abono», señalan. Del mismo modo, remarcan que el gobierno compostelano sigue trabajando para que «esa rescisión do contrato non se efectivice, e mantén aberto o diálogo coa empresa con ese obxectivo».

Aunque el personal ve peligrar el 80% de las actividades, Raxoi aclara que no cerrarán, ya que la situación de Serviplus no afecta al servicio de conserjería, del que depende la apertura de los locales. Del mismo modo, matizan que muchas actividades son programadas por colectivos sociales y culturales de la ciudad, por lo que no todas estarían afectadas.

Los trabajadores reclaman la gestión directa

El Concello indica además que «está a traballar para iniciar canto antes a nova licitación do servizo, co obxectivo de garantir a prestación dun servizo de calidade para as persoas usuarias pero tamén os dereitos das persoas traballadoras» sin ofrecer plazos concretos sobre su publicación.

En este aspecto, la delegada sindical Carme Iglesias afirma que «estamos sorprendidas pola tardanza nos novos pregos». En cualquier caso, defiende que «a única solución é a xestión directa». Iglesias recuerda que con el anterior contrato «tivemos que facer unha folga de tres meses», y ahora los problemas de liquidez de Serviplus les han llevado a esta situación, con un nuevo retraso en el abono de nóminas este mismo mes. «Sabemos que a municipalización do servizo é unha cousa que non pode facerse dun día para outro», valora Iglesias, pero el personal mantiene que es lo más adecuado. 

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