Movilidad
El estrecho carril bici de Xoán XXIII preocupa a los usuarios
Los ciclistas ven problemas de seguridad, mientras que el Concello indica que el diseño «dá sensación de estreitamento, pero en realidade non é tal»
Un tramo del carril bici de la Avenida Xoán XXIII, en Santiago / Jesús Prieto
El carril bici habilitado recientemente en la Avenida Xoán XXIII de Santiago genera preocupación entre los usuarios debido a su escasa anchura y a otras características de su diseño. Así lo expresa en conversación con este diario el presidente de Composcleta, Faustino Gómez, que señala que «o carril de baixada é moi estreito, duns 50 centímetros». Gómez describe que «hai unha curva a man esquerda, aí o carril estréitase moitísimo, se colles velocidade e te despistas un pouco, podes ter un accidente».
Los ciclistas alertan de «deficiencias»
Gómez recuerda que el colectivo valora positivamente «toda infraestrutura que se faga para os ciclousuarios», pero señala que esta vía, además de no contar con el ancho recomendado, presenta otras «deficiencias», como un «eslalon» en el carril de subida, la insuficiente longitud de los topes que separan la zona de aparcamiento o el final del trayecto en la rotonda de San Caetano. «Cando tes que parar e arrancar en costa, necesitas unha zona de protección para os ciclousuarios, e esa zona non existe. É un erro de deseño. Debería prolongarse ata a rotonda e deixar unha zona de parada para poder saír en condicións seguras», indica.
Ante estas consideraciones, fuentes de Raxoi indicaron que en el carril bici «hai unha dobre liña rebasable na curva en sentido descenso, pensada para evitar que os autobuses metan o morro no xiro; dá sensación de estreitamento, pero en realidade non é tal». Además, está previsto aún «facer dous rebaixes», en el paso de peatones a la altura del acceso a Ultreia y en la conexión con Alexandre Bóveda.
«Confusión» en O Pombal
Por otro lado, el presidente de Composcleta también valoró el carril bici de O Pombal, que se abrirá al tráfico en las próximas semanas. En esta vía el tránsito peatonal está pensado que transcurra por un único lado de la calle mientras que el otro se destina a las bicicletas. Al tener el carril bici «aspecto de beirarrúa», Gómez advierte que «pode ser confuso» y provocar que los peatones circulen por la ciclovía.
Desde el Concello aseguran que a las marcas viales se añadirá señalización vertical cuando se abra la calle, con lo que «confiamos en que sexa suficiente para que a xente saiba por onde ten que ir». Así mismo, sostienen que «tamén é cuestión de tempo de adaptación, como acontece en todas as intervencións deste tipo».
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