La Sareb estudia pasar la parcela del Peleteiro a la nueva empresa estatal: el 100% de los pisos serían protegidos

La parcela del antiguo colegio Peleteiro en el Ensanche de Santiago podría cambiar de propietario a finales de junio. El inmueble se encuentra en la lista de activos que la  Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) estudia traspasar a la empresa pública anunciada por Pedro Sánchez para dar respuesta al problema de la vivienda en España. De materializarse el cambio, el proyecto para urbanizar la finca podría incluir un 100% de vivienda protegida. 

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Fuentes de la Sareb explican a EL CORREO que la parcela del Peleteiro se encuentra entre los «activos potencialmente residenciales» que podrían pasar a la Sepes. A principios de diciembre, Sánchez anunció en el Congreso Federal del PSOE en Sevilla la creación de  «una gran empresa pública de vivienda» que se encargará de construir y gestionar viviendas desde la Administración General del Estado. Unos días después, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, explicó que esta empresa tendrá como «germen» la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes). 

Suspensión de las ventas

A principios de marzo, la Sareb anunció que suspendía de manera temporal la venta de activos residenciales. La junta de accionistas —en la que la participación mayoritaria es del Estado, pero en la que también está representado el capital privado a través de bancos como el Santander o Caixabank—  decidió trabajar con la Sepes «en la identificación de los activos que puedan ponerse a disposición de la nueva empresa pública de vivienda, que pondrá en marcha el Gobierno». Entre ellos, confirma la Sareb, se encuentra la finca del Peleteiro. Antes del 30 de junio el conocido como banco malo al que las entidades financieras trasladaron sus activos tras la crisis de 2008 deberá decidir si se queda con el inmueble del centro de Santiago en su balance o se lo traspasa a la empresa pública. 

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La Sepes, la promotora

La decisión afectaría a la reurbanización de la parcela. De pasarse a la Sepes, sería esta sociedad estatal la encargada de promover la urbanización y aunque todavía no está claro cómo actuará esta entidad todas las declaraciones realizadas hasta la fecha por el Gobierno apuntan a que gestionaría pisos de protección o alquiler social y no vivienda libre. 

Tras una reunión con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en mayo de 2024, el Ejecutivo de Goretti Sanmartín logró reabrir las negociaciones con la Sareb para que en la parcela se destinase parte del suelo a la construcción de pisos de protección oficial. En febrero de este año, la alcaldesa anunciaba un acuerdo con la sociedad que ya había presentado un proyecto para construir sólo vivienda libre. 

Para que en la zona puedan construirse pisos a precio tasado, es necesario cambiar el plan urbanístico de la ciudad. La modificación ya se ha aprobado inicialmente en pleno y recoge que en la parcela al menos el 45% de las viviendas —se estima que podrían construirse alrededor de 160 en total— tendrán que ser de protección oficial. En la rueda de prensa en la que se dieron a conocer los detalles del acuerdo, tanto Sanmartín como el concejal de Urbanismo, Iago Lestegás, recalcaron que este porcentaje sería el mínimo previsto pero que podría incrementarse dada la disposición del Gobierno central por apostar por la vivienda pública. De confirmarse que la parcela pasa a la empresa pública lo más probable es que se llegase al 100%. 

Si queda en la Sareb

Si la Sareb decide mantener el activo, la situación cambiaría. La sociedad siempre ha defendido que su mandato era el de tratar de recuperar parte del dinero que el estado cedió a la banca tras la crisis del ladrillo, por lo que es de eseperar que se construyese simplemente el 45% de vivienda protegida y el resto libre, para poder obtener los máximos beneficios posibles con la operación inmobiliaria.

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