El boom de la comida preparada en Santiago: «Ahora vienen desde personas mayores a familias»

El ritmo de vida actual provoca que cada vez tengamos menos tiempo y la cocina es un arte que precisa dedicación. De hecho, son muchos los que aseguran que «la paciencia es el ingrediente secreto capaz de transformar una receta básica en un plato exquisito». Pero esa falta de tiempo provoca que cocinar a diario se convierta en un problema para mucha gente que, cada vez más, recurre a los establecimientos de comida preparada. En los últimos años, los locales de comida para llevar han aumentado en Santiago y sus responsables manifiestan la creciente preocupación y demanda por la comida sana y los productos de calidad. Así, locales como Pick & Pollo, Os 3 cucharóns, Espezalia Realfood o Sete Culleres ofrecen a su ya fiel clientela elaboraciones diferentes cada día de la semana basadas en productos de calidad, y a un precio económico.

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Fue hace más de 20 años cuando el establecimiento Pick & Pollo abrió sus puertas en Área Central con el objetivo de llevar la comida casera a los hogares. Desde entonces, aseguran que «son cada vez más las personas que optan por esta solución. Aquí tenemos muchos clientes siempre, pero el fin de semana estamos a tope. Como llevamos muchos años aquí, la gente ya nos conoce», expresan desde el local.

Si bien en un principio eran los estudiantes quienes más recurrían a esta opción, el aumento en la calidad de los alimentos y la falta de tiempo han generado que esta sea una alternativa cada vez más solicitada también entre las familias.

«Tenemos una horquilla de edades muy grande. Igual en un principio estaba mucho más de moda entre la gente joven, pero ahora nuestros clientes son de todo tipo; desde personas mayores a estudiantes o familias», comenta Isabel Grela, encargada de Os 3 cucharóns, quien añade que «también es cierto que tenemos un porcentaje muy grande de estudiantes que vienen a buscar a diario comida fresca».

Paula Vigide, dueña del establecimiento Espezalia RealFood, detalla que «contamos con un volumen importante de clientes diarios». Comenzó su andadura en el 2020, en plena pandemia, y desde entonces el negocio no ha dejado de crecer. «Tenemos clientes muy fieles, algunos venían antes una vez a la semana, y ahora igual vienen cuatro», asegura.

Y lo mismo sucede en Sete Culleres, «vendemos moito para familias e empresarios da zona. Cada día temos un menú diferente que colgamos nas redes sociais o día anterior e, moitas veces, algúns pratos agótanse xa só cos pedidos online», explica Rafaela Riveiro. Se trata de un negocio familiar que abrió sus puertas en el año 2019. «Traballo co meu fillo –Xavier Cea–, eu dedícome máis a realizar os pratos fortes, el de atender aos clientes e de facer pratos como ensaladas».

En la última década, los locales que ofrecen comida casera para llevar se han multiplicado en Compostela y desde los mismos expresan que mucho se debe a la calidad que ofrecen en todos sus productos.

Comida fresca

«Nuestra comida es fresca, cada día ofrecemos un menú nuevo porque no tenemos cámara. Trabajamos principalmente con encargos, que serán el 70 u 80%. El resto es lo que tenemos en la tienda para los clientes que se acercan. Intentamos que sobre lo menos posible», explica Isabel Grela de Os 3 cucharóns.

En Espezalia RealFood, tienen «una clientela particular», comenta Paula Vigide. Su oferta está basada también en el producto de calidad y de cercanía. «Trabajamos todo fresco, ya que cada día elaboramos cosas distintas. Intentamos que haya mucha variedad porque tenemos todo tipo de clientes». Sus platos estrella actualmente son «las cremas –como el caldo o las lentejas, que se demandan mucho–, y también el pescado. Pero depende del cliente», especifica.

En Sete Culleres, en cambio, aseguran que el plato que más triunfa es «sen dúbida, a lasaña. Case sempre se agota cos pedidos online», cuenta Rafaela.

En Pick & Pollo afirman que lo más vendido es «la paella. A la gente le encanta y la demandan mucho. Trabajamos con productos 100% caseros y, como llevamos tantos años aquí, ya nos conocen. También se vende mucho el codillo o las empanadillas».

La cocina del futuro

Hace un par de semanas Juan Roig, presidente ejecutivo de Mercadona, aseguraba que en solo 25 años no habrá cocinas en las casas y dejaremos de cocinar. Un pronóstico que pone de relieve la importancia de este tipo de establecimientos.

«Sí se nota que desde hace unos años ha aumentado el número de clientes. De hecho, ya te digo, que apenas quedan sobras de lo que programamos para la tienda. Vendemos mucho», cuenta Grela, de Os 3 cucharóns.

Por su parte, Vigide, de Espezalia RealFood, afirma que «sí que es el futuro. Cada vez tenemos menos tiempo y la cocina también lo requiere. De hecho, ha cambiado el tipo de cliente. Ahora hay mucha gente mayor que prefiere venir a por la comida elaborada que ponerse a cocinar, y lo mismo sucede con las familias», dice.

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«Penso que isto é o futuro. Cada vez véndese máis para familias porque cada vez hai menos tempo para cociñar e a xente busca alternativas rápidas pero de calidade», manifiesta Riveiro, de Sete Culleres.

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