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OCIO Y PLANES

El influencer gastronómico de moda alucina en este restaurante de Santiago: "El precio para la calidad es regalado"

Pablo Cabezali visitó Indómito, el local compostelano recientemente galardonado con un Solete de la Guía Repsol 2025

El influencer gastronómico Pablo Cabezali

El influencer gastronómico Pablo Cabezali / Cedida

Santiago de Compostela

El popular crítico gastronómico Pablo Cabezali (@cenandoconpablo), ha vuelto a probar uno de los restaurantes de Santiago de Compostela después visitar el pasado noviembre una marisquería de la capital gallega de la que no se llevó, según su parecer, el mejor de los recuerdos. Pero esta vez, la experiencia vivida por este influencer ha terminado de una manera muy diferente después de comer en un local galardonado recientemente con un Solete de la Guía Repsol 2025.

Hablamos del restaurante Indómito, situado en el Nº 28 de la rúa Doutor Teixeiro, en el que su chef Martín Vázquez es el que decide que platos degustarás según mercado y donde no encontrarás una carta en la que mirar que pedir. Una característica que ya en un primer momento llamó la atención Cabezali, el cual pudo disfrutar de una experiencia muy gratificante que te contamos desde EL CORREO GALLEGO.

Productos de fantasía

El primer plato que pudo degustar fue un caldo de cigala, al que calificó como "productazo de fantasía". Seguidamente, en el vídeo subido a sus redes sociales, el influencer gastronómico prueba una especie de panipuri, concretamente una esfera de aguacate en nitrógeno con salsa de jalapeños acompañado en su interior por daditos de salmón del cual dice ser "muy mi rollo".

Después de dejar el plato totalmente limpio, desde la cocina del restaurante le sirven la siguiente propuesta: milhoja de foie gras con Oporto. Una vez degustado, el artífice de 'Cenando con Pablo' destaca lo bien elaborado y pensado que está y admite estar comiendo "muy, muy bien".

La experiencia prosigue con un xurel asado en salsa de pimientos tatemados, del que le llama la atención su punto de preparación y por el cual felicita al chef apuntando que ese tipo de cocina "merece tener muchos comensales".

En el apartado de los postres, Pablo queda impresionado con la versión del carrot cake con textura de mousse y un postre de maracuyá, chocolate blanco y frambuesa y, a pesar de los 107,80€ que terminó pagando, calificó la experiencia como “memorable” y recomendó el restaurante compostelano a sus miles de seguidores apuntando que "el precio para la calidad es regalado".

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