El perro cibernético que busca asistir a personas con diversidad funcional revoluciona el Camino de Santiago

Khlipper se convirtió en un fenómeno de masas en las redes sociales tras pasearse durante el mes de febrero por las calles de Barcelona, logrando una gran acogida por parte de los viandantes. En uno de estos paseos, Enrique Lucea, propietario del robot, conoció a Guillermo Egido, presidente de la Fundación Disgrup. Con el objetivo de ayudar a las personas de la tercera edad o con discapacidades, ambos decidieron colaborar para mejorar la inteligencia del sabueso. Khilpper y Guillermo Egido llegaron ayer a Santiago tras iniciar el Camino de Santiago en Sarria. 

Puede hacer un corazón

Para comprobar la eficacia del asistente, Egido acordó con Lucea que el robot le acompañaría en su trayecto a Santiago. Tras aterrizar el avión, Khlipper y Guillermo, junto a sus compañeros, emprendieron el camino hacia la plaza del Obradoiro. El trayecto no fue fácil, pues pese a su tecnología de inteligencia artificial, la autonomía todavía es limitada. Khlipper es capaz de hacer acciones propias de un animal de su especie, tales como caminar, dar la pata, saltar, o incluso hacer un corazón.

Gracias a sus sensores de movimiento, la mascota guió a Guillermo por los senderos que mejor se adaptaban a su silla de ruedas. Egido contó como en Portomarín Khlipper fue capaz de reconocer una rampa para la silla de ruedas, alejando al catalán de las escaleras. No obstante, el control del animal es aún remoto, por lo que su eficacia depende de la destreza del usuario para controlar el mando. El catalán explicaba como las personas que veían a Khlipper, tanto peregrinos como civiles, quedaban asombrados ante las particularidades del robot, acercándose para descubrir más acerca del curioso acompañante. A pesar de haber logrado llegar a la capital gallega, el equipo de Disgrup encontró una serie de inconvenientes en el funcionamiento del autómata, que anotaron minuciosamente.

"Alimentar" a los robots podría hacerlos más eficientes

Las dificultades de Khlipper

«Uno de los mayores problemas es la batería, dura entre 3 y 4 horas, por lo que nos ha retrasado un poco»; Guillermo también explicó que los sensores de movimiento deben de perfeccionarse, «al llegar a un ascensor se queda quieto, es un inconveniente porque limita la autonomía del usuario, necesitando a una segunda persona que lo transporte».

Así es Khlipper, el perro robot peregrino

A estas necesidades se le suman otras como el reconocimiento por voz, actualmente solo disponible en inglés y con limitaciones de actuación, o la falta de un botón de emergencia que detenga al robot en caso de que su sistema se descontrole. El Presidente de Disgrup afirmó haber cumplido con el objetivo del viaje, logrando identificar sus errores y descubriendo sus posibilidades. «La tecnología es importante, con el apoyo necesario más personas podrán beneficiarse de la independencia que estos robots ofrecen», comentó Egido. 

El futuro de Khlipper

El robot de Lucea ha sido fabricado por la empresa china Unitree, que en España comercializa Synergy Tech, empresa localizada en Alicante. El precio de este modelo oscila entre los 2.000 y 15.000 euros, sin embargo, el desarrollo de esta tecnología es costoso, precisando de inversiones que superan los 70.000 euros. La colaboración entre Lucea y Disgrup pretende obtener los fondos necesarios para mejorar la autonomía de Khlipper. Entre las funcionalidades que esperan implementar se incluyen la capacidad de recordar horarios de medicación y citas médicas, llamar al número de emergencia, poder conversar, e incluso la instalación de un brazo robot que permita a la mascota recoger objetos.