Vivienda y servicios accesibles dan forma a un segundo cinturón urbano de Santiago
Concellos más alejados de la ciudad como Negreira, Ordes o A Estrada incrementan población
Nutren su censo de emigrantes, pero también de jóvenes ‘expulsados’ de municipios limítrofes con la capital por el mercado inmobiliario

Paseo fluvial de Ordes. | Cedida
Martín G. piñeiro
Que las áreas metropolitanas de las grandes ciudades se benefician de las dinámicas económicas y poblacionales de sus urbes de referencia no es ningún descubrimiento. Puede cambiar la dimensión de entramado urbano —no es lo mismo Vigo que Ferrol—, pero el fenómeno de fondo permanece invariable: los concellos limítrofes acaban convertidos en una suerte de barrios dormitorio de la ciudad. Esa fue la dinámica que durante las últimas décadas alimentó en Santiago a los vecinos ayuntamientos de Ames o Teo, que ya conforman una red urbana de más de 50.000 vecinos alrededor de Santiago. A ellos se podría sumar incluso el núcleo de Sigüeiro —en el vecino Oroso— o Arca —en O Pino—, aunque en este último caso con un crecimiento también alimentado por el Camino de Santiago.

Edificio de los juzgados de A Estrada. | Cedida
Pero de un tiempo a esta parte, posiblemente desde la pandemia, el crecimiento periurbano de Compostela va más allá de estos municipios limítrofes que conforman su anillo perimetral. Más allá, entre 25 y 30 kilómetros de la capital, cobra forma desde hace tiempo un segundo anillo urbano, que gana población alimentado por la emigración y por los jóvenes a los que el precio de la vivienda desplza de ese primer anillo.

Rotonda de acceso al polígono industrial de Negreira. | ECG
Basta echar un ojo a la estadística del padrón municipal para detectar un crecimiento de población en Negreira, Ordes y A Estrada, tres ayuntamientos con mucha extensión y un elevado peso rural, con vecinos envejecidos —lo que se traduce en un alto nivel de defunciones—. Sin embargo, crecen. Negreira lo hizo entre 2022 y este año en 150 vecinos (6.961), Ordes en 183 (12.772) y A Estrada en 33 (20.139). Y en otros de su misma área de influencia como Padrón, Santa Comba o Arzúa, no aumenta el padrón pero sí se amortigua algo el desierto demográfico.
La razón hay que buscarla en que estos municipios del segundo cinturón urbano de Santiago ofrecen dos cuestiones vitales para la gente: vivienda más asequible y muchos servicios.
«Temos perfís de xente nova de Bertamiráns e Milladoiro»
Quien mejor radiografía esa realidad son las inmobiliarias. Susana Abelenda, de Inmobiliaria Leis de Negreira, detecta esa llegada de gente nueva. Tanta que «hai un problema grande de falta de vivenda». La venta está «imposible» porque apenas se construye y para lo que sale de segunda mano «temos listas de espera».
El alquiler sí es más dinámico, pero también hay cola. «Hai moita demanda de xente estranxeira, de Brasil, Cuba e Venezuela, que veñen traballar ás granxas, aos talleres ou á hostalería. Perfís de 40 anos que xa veñen con toda a familia», por lo que se censan. Hay guarderías y colegios con plazas, centro de salud, extraescolares y un bus cada hora a Santiago.
Pero el crecimiento no solo está ahí. «Temos también un perfil de parellas novas de Bertarmiráns ou Milladoiro que veñen a Negreira por prezo, e iso que pegou unha boa suba tamén aquí».
«Chega xente de todos os lados, non só de Santiago»
Ordes, al norte, comparte la falta de vivienda y la llegada de inmigrantes y de gente de Santiago, pero con matices. Ricardo Vieites, de Inmobliaria Caxide, recuerda que en su caso no es un pueblo dormitorio exclusivo de la capital gallega, sino también de A Coruña.
«Queda moi ben situado, ten mellor prezo de vivenda e ten servizos. Podes ir a Carballo, A Coruña, Santiago ou mesmo Lugo sen pagar peaxes», explica. El 50% de su clientela son extranjeros, muchos «que non atopan xa en Sigüeiro e acaban aquí. Digamos que chega xente rebotada de todos os lados, non só de Santiago. Xente desesperada porque non atopa vivenda».
«Aquí vendimos pisos para parellas novas de Santiago»
Quizás el caso más sorprendente sea el de A Estrada, porque ya pertenece a otra provincia. En todo caso, está a 25 kilómetros de Santiago y bien comunicado, algo que mejorará cuando se termine la autovía, un hecho que sin duda convertirá a la localidad en núcleo residencial de Santiago.
Así lo cree Álex García, de Habita Inmobiliaria . «Aínda que de momento non se nota un boom, sí que hai un runrún da chegada de xente, incluso de estudantes. Eu atendín algún pai que veu no verán que buscaba piso para o fillo universitario en Santiago e non atopaba».
Y también lo nota en la venta. «Eu vendín pisos para parellas novas de Santiago», dice. «Estaremos a 15 minutos cando esté a autovía e aquí temos unha oferta de deportes e cultural moi ampla», apunta Álex García, que también empieza a detectar perfiles de gente «que teletraballa e elixe A Estrada, aínda que teña que ir un ou dous días á semana a Santiago».
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