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El PP acepta investir a Rosón alcaldesa en una moción de censura y ella lo rechaza: «Jamás»

La oferta de Verea responde a las declaraciones de Muíños asegurando que la única moción de censura posible sería con la concejala expulsada del PSOE al frente

Rosón responde a Verea: "Jamás formaré un gobierno de coalición con el PP"

Rosón responde a Verea: "Jamás formaré un gobierno de coalición con el PP" / Jesús Prieto

Santiago de Compostela

El PP está abierto a negociar en Santiago una moción de censura con los cuatro ediles no adscritos expulsados del PSOE para promover "un gobierno de emergencia" en la capital gallega y arrebatar el bastón de mando a la nacionalista Goretti Sanmartín. Incluso con la opción de que la alcaldesa sea Mercedes Rosón. No obstante, la edil no adscrita asegura a EL CORREO GALLEGO que "jamás" formará un gobierno de coalición con el Partido Popular y que "el PP conoce perfectamente" su postura.

Verea ha realizado la oferta esta mañana, un día después de que los concejales no adscritos asegurasen que solo apoyarían una moción de censura en la que Rosón fuese alcaldesa. Las palabras las pronunció su compañero de filas, Gonzalo Muíños, que por primera vez respondía claramente a las declaraciones de días previos en las que diferentes miembros del PP apostaron por realizar una moción de censura en Santiago. Aunque habló de la posibilidad de que Rosón fuese alcaldesa, Muíños también consideró que el debate sobre una moción de censura estaba superado y que el programa con el que se presentaron a las elecciones está en las antípodas del que defiende el PP.

Verea sostiene que su "única preocupación" es la capital gallega y no "el sillón" de la Alcaldía y por ese motivo se muestra dispuesto a investir a Rosón alcaldesa. "Lo más importante es rescatar a esta ciudad de este caos de BNG y CA (Compostela Aberta)", subraya el líder de los populares a EL CORREO GALLEGO para tomar el testigo del ofrecimiento

El decálogo de condiciones

Para los populares, es "prioritario" poner en marcha "un gobierno de emergencia con 15 concejales". Formarían parte los 11 que componen el grupo del PP y los cuatro no adscritos. Para llegar a un acuerdo, los populares ponen sobre la mesa un decálogo de condiciones, cuyo primer y segundo punto son el derribo de la Casa da Xuventude y eliminar los asesores y cargos creados por el BNG y CA, para destinar esos fondos a programación cultural.

El decálogo popular también incluye el refuerzo inmediato del servicio de limpieza, poner en marcha un contrato del agua que "generaría 100 millones para a los santiagueses", la auditoría del servicio de autobuses, así como la agilización administrativa y urbanística, la red pública de cocinas escolares, y construir "vivienda cien por cien pública" y paralizar la venta de suelo público. Finalmente, los populares apuestan por parques infantiles cubiertos; y el refuerzo de la plantilla de la Policía Local y medidas de seguridad.

La oferta de Verea fue rápidamente rechazada por los concejales no adscritos. «Jamás, jamás, jamás», contestó Rosón a preguntas de EL CORREO. Los cuatro ediles recuerdan que siguen siendo «socialistas sin carné, progresistas y de izquierdas» para recalcar que no tienen interés en llegar a una alianza con el PP. Minutos después de que trascendiese la oferta de Verea, Gonzalo Muíños incidía, a través de un audio remitido a los medios de comunicación en la misma idea. «La gente que nos votó, no lo hizo para que pactáramos un gobierno con el Partido Popular. El resultado electoral dio un gobierno de izquierdas y progresista. No hay debate: solo hay ruido interesado», subrayó.

Verea pide seriedad

«Creo que en política hay que ser serios», censuró tras conocerse su postura Borja Verea. El líder de los populares recordó que el miércoles los no adscritos hicieron una «oferta pública delante de toda la ciudadanía» a la que él respondió. «Lo que no pueden decir es ‘jamás, jamás, jamás’, cuando ayer dijeron que sí y que estarían encantados de llevarla adelante», censuró. Verea niega que haya tenido contactos directos con los no adscritos para proponerles un gobierno de coalición. «Ellos hicieron ayer una oferta pública y nosotros respondemos de la misma forma», explicó. «No va a haber moción de censura», insistió Muíños. "¿Que quiero que Mercedes Rosón sea la alcaldesa de Santiago? Sí. ¿Que creo que a nuestro Concello le iría mucho mejor si así fuera? También», proclamó. Desde el entorno de los no adscritos explicaron que con las palabras del día anterior, Muíños pretendía de algún modo animar a Rosón a que se presente a la alcaldía en 2027, toda vez que pensaban que quedaba claro que nunca aceptarían un pacto con el PP.

Los inicios del debate

El debate sobre una posible moción de censura en Santiago se inició el último día de septiembre con unas declaraciones del secretario xeral de los populares coruñeses y edil en Santiago, Evaristo Ben. Tras recabar apoyos entre los concejales del Partido Barbanza Independiente para lograr la alcaldía de Ribeira y desalojar al alcalde del BNG, Ben animó tanto a los concejales no adscritos como a los del PSOE a sumarse al PP y cambiar el gobierno en Santiago. Los socialistas compostelanos insistían ayer en la postura defendida en las últimas semanas. «Nosotros no vamos a mercadear con el PP para pervertir el resultado electoral, lo tenemos claro. A ningún coste», subrayó esta mañana el secretario xeral del PSdeG en Santiago, Aitor Bouza tras ser preguntado en rueda de prensa. «Nuestro pacto es con la ciudadanía», incidió para dejar claro que la postura del PSOE es realizar «una oposición constructiva al gobierno» de Goretti Sanmartín y María Rozas.

La tenienta de alcaldesa fue también protagonista de una polémica al considerar que la posibilidad de una moción de censura en Santiago respondía a los «sueños húmedos» de Borja Verea. Sus palabras no sentaron nada bien en la filas populares, que consideraron que Rozas faltaba al respeto al líder de los populares compostelanos.

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