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La USC insiste en negociar tras la decisión de Vigo de pedir Medicina si en un mes no hay acuerdo

La institución académica viguesa aprobó ayer en un Consello de Goberno extraordinario reclamar la titulación que también desea A Coruña

Renunión extraordinaria del Consello de Goberno de la Universidade de Vigo convocado para decidir sobre Medicina

Renunión extraordinaria del Consello de Goberno de la Universidade de Vigo convocado para decidir sobre Medicina / Pedro Mina

Ana Blasco

Santiago / Vigo

Ante la decisión de la Universidade de Vigo de solicitar la titulación de Medicina si en un mes no hay avances en las negociaciones para la descentralización del segundo ciclo del grado, desde la Universidade de Santiago se limitan a señalar que su postura es la de mantenerse en el plano negociador para poder alcanzar un acuerdo entre todas las partes implicadas. Una negociación en la que la postura de la institución académica compostelana es la de apostar por la descentralización, tal y como ya había incidido la semana pasada el rector, Antonio López, al ser preguntado por los periodistas.

La USC entiende que la descentralización es el mejor camino para conseguir el «aproveitamento dos recursos do sistema sanitario» que permita «acadar a mellor calidade na docencia».

Añade por último que hará una valoración sobre todo el proceso iniciado desde que la Universidade da Coruña acordó en mayo solicitar Medicina para impartir la titulación desde el curso 2027-2028 «cuando acaben las negociaciones», que este viernes recibían nuevas presiones, en este caso por parte de la UVigo, para que se agilicen y se llegue a un acuerdo de descentralización en el menor tiempo posible. Y es que, cabe recordar, el grupo de trabajo impulsado por la Xunta para facilitar ese acuerdo entre las tres universidades no se ha reunido desde el 31 de julio, y ello a pesar de que se había dicho que retomarían los encuentros en septiembre.

Sesión extraordinaria

De hecho, y en una sesión extraordinaria del Consello de Goberno convocada con un único punto en el orden del día, el referente a la titulación de Medicina, se decidió solicitar formalmente el grado para Vigo, si bien esta petición queda en suspenso durante un mes, a la espera de que las negociaciones avancen y con la idea de que si se pacta una descentralización y posteriormente se incumple, la Universidad olívica pueda disponer de una salida para ver cumplidos sus objetivos. Así lo expuso ayer el rector vigués, Manuel Reigosa, según explican diversas fuentes consultadas.

Las negociaciones para descentralizar el segundo ciclo del grado de Medicina, de las que poco se sabe desde julio, han dejado de llevarse a cabo en el seno del grupo de trabajo —con participación de la facultad y médicos de las tres áreas— y las llevan directamente los tres rectores. Según cuentan asistentes, Reigosa admitió que contaba con que el acuerdo de descentralización ya estuviera aprobado, pero aseguró que están «cada vez máis preto». Les pidió un plazo máximo de un mes para firmarlo entre las tres universidades gallegas y la Xunta. Coincide con el tiempo en el que se prevé que comience la campaña electoral para el Rectorado de la Universidade de Santiago.

Ante las dudas de algunos asistentes sobre la necesidad de mantener en suspenso la petición formal del grado para poder continuar con las negociaciones —ya que la UDC no se ha levantado de la mesa y sigue con el proceso—, el rector vigués defendió hacerlo por lealtad institucional y advirtió que dimitiría de la comisión de negociación si tuviera que ir con la expresión de interés por Medicina en marcha.

Las condiciones

Además, pidió y obtuvo el respaldo para las condiciones que la UVigo va a poner la próxima semana sobre la mesa en la que Reigosa espera que sea la recta final para la firma del acuerdo.

La primera es que se complete la descentralización de todo el segundo ciclo de Medicina —teoría y práctica— en el plazo de tres cursos. Para cada uno de esos años se establecerían unos objetivos de ejecución del convenio y, si no se cumplieran, la UVigo se guarda una «cláusula de escape» por la que abandonaría el acuerdo y levantaría la suspensión a la expresión de interés por Medicina, exigiendo una facultad propia.

El rector propuso que la titulación sea de la USC y la descentralización se articule mediante una unidad departamental interuniversitaria con profesores de las tres instituciones académicas. Abogó porque cuarto y quinto curso se impartan solo en el Complexo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) y que sexto sí se mantenga repartido también en los de Ourense y Pontevedra.

Profesores propios

Defendió que la UVigo debe tener profesores propios. Uno de los puntos más polémicos de la sesión fue establecer cuántos. El texto del rector propone que la institución viguesa convoque, al menos, el 50% de las nuevas plazas que se creen espara impartir Medicina en el Chuvi. Otros asistentes abogaron porque fuera un porcentaje más elevado o, directamente, todas.

La UVigo reclamará también en las negociaciones que este profesorado vinculado al Sergas y a la universidad sea sufragado por la Xunta; es decir, sin que le suponga coste a la institución viguesa, algo en lo que ya están de acuerdo los tres rectores.

En el caso de los profesores del Chuvi con plaza en la USC que sean, además, investigadores del Instituto Sanitario Galicia Sur —del Sergas y la UVigo— se mantendrán en este último. Esto es muy importante para la supervivencia de estos centros, porque perder a estos docentes supone perder impacto y captación de fondos.

Univesidad privada

Un apartado que el rector destacó como «clave» y consensuado con el resto de rectores es que el pacto incluya el compromiso de la Xunta de que impedirá que universidades privadas puedan poner en marcha el grado de Medicina en Galicia. A petición del profesor Jacobo Porteiro, se incluyó que también se lo bloquee a centros públicos y que Vigo y A Coruña tendrán igualdad de condiciones en la descentralización.

Al terminar los tres años, las partes deberán reevaluar el acuerdo. «Permitiríanos ir fortalecéndonos, creando masa crítica e dotándonos de profesorado vinculado, cun pé na Universidade e outro no hospital», opinó Reigosa y planteó que tendría así más fuerza para reclamar una «titulación compartida entre as tres universidades». «Aínda que isto será algo que xa non tocará negociar a min», recordó.

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