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Turismo

Santiago cumple un mes de tasa turística con la vista puesta en gravar el excursionismo

Raxoi proyecta una ordenanza que regule el cobro a los visitantes que vienen a pasar el día en la ciudad pero no pernoctan

Un grupo de peregrinos se hace fotos al entrar en Santiago por el Camino Francés

Un grupo de peregrinos se hace fotos al entrar en Santiago por el Camino Francés / Jesús Prieto

Manu López

Manu López

Santiago

En 2025 Santiago se ha mantenido como el principal destino turístico de Galicia, pese a haber registrado en verano cifras de ocupación hotelera por debajo de las de ejercicios anteriores –el 77 % en agosto es el dato más bajo en este mes de la pospandemia–. En septiembre, tradicionalmente el mejor para el sector, los números mejoraron y octubre pasará a la historia por la llegada del peregrino 500.000 –hasta ayer se contabilizaban 516.592–, alcanzando este hito por primera vez a falta de más de 70 días para finalizar el año. También lo hará por el estreno de la tasa turística, que cumple un mes desde su entrada en vigor.

Los hoteles señalan que el impuesto a las estadías turísticas, que oscila entre 1 y 2,5 euros, se está aplicando con normalidad. Mientras, desde Raxoi se siguen buscando fórmulas para que los visitantes contribuyan a equilibrar los desajustes presupuestarios que generan, teniendo en cuenta que Santiago se encuentra entre las ciudades españolas que mayor presión turística soporta, al registrar una ratio de 9,45 turistas por habitante. En esta línea, el Concello proyecta una ordenanza para habilitar una tasa que grave el excursionismo. La medida figura en el plan normativo de 2025, un documento en el que el gobierno municipal recoge las normas que prevé modificar durante el año, pero por el momento no han trascendido más detalles al respecto.

Fórmulas para aplicar la tasa

La clave de este nuevo gravamen está en definir cómo se articula, puesto que los autobuses que trasladan excursionistas a la ciudad y hacen uso de los aparcamientos municipales ya abonan una tarifa de 18,84 euros. La idea inicial de Raxoi pasa por cobrar la tasa a través de las agencias de viajes o compañías de transporte por el número de personas que trasladan. Un informe encargado a la USC por Compostela Aberta durante el mandato de Martiño Noriega analizaba la posibilidad de cobrar unos 40 céntimos por persona a través de los turoperadores y estimaba que los ingresos por este concepto alcanzarían los 450.000 euros anuales.

La directora del Centro de Estudos e Investigacións Turísticas (Cetur), Lucrezia López, remarca la complejidad que supone poner en marcha este impuesto al valorar que «é máis difícil de ordenar, porque habería que coordinar e facer un despregamento moito máis amplo nos aparcamentos e nas dársenas». Además, López advierte que «os excursionistas poden chegar en autobús, pero tamén poden chegar en coche ou desde a estación de tren». Por ello, la tasa al excursionismo «supón máis organización e máis loxística que a taxa turística, que está un pouco máis controlada».

El sector hotelero siempre ha creído que debería haberse priorizado este impuesto por delante del que grava las pernoctaciones, al considerar que este último «castiga» al visitante que deja más retorno económico. «Non ten sentido que alguén que vén a pasar unhas horas á cidade, entre comiñas a estorbar un pouco, a alterar a vida local dando voltas arredor dos espazos que xa están saturados, non pague ningún tipo de taxa», comenta el portavoz de la Unión Hotelera, José Antonio Liñares.

Quejas de los habituales

Mientras Raxoi sigue perfilando esa ordenanza, los hoteles ya tienen incorporado el cobro de la tasa turística en su actividad diaria. «Aínda temos dúbidas, pero imos logrando automatismos. Non deixa de ser unha carga administrativa, entre as moitas que hai hoxe en día. É un apunte máis, o esperado», afirma Liñares. En cuanto a los huéspedes, explica que «estamos tendo algunha queixa dos nosos, porque agora empezamos a ter os clientes habituais que non veñen por razóns de turismo». Se trata de profesionales que viajan por motivos de trabajo y trasladan que «eles non son turistas, co cal deberían estar exentos do pago da taxa».

Por su parte, López valora positivamente la llegada del impuesto y subraya que «ao final o que están a pagar os turistas non creo que supoña moito esforzo, non quero facer as contas nos bolsillos dos demais, pero tampouco penso que sexa unha cantidade moi relevante». Sin embargo, para la ciudad supone una oportunidad de «paliar un pouco os impactos que ten Santiago derivados da actividade turística».

«Voto de calidade»

Por otro lado, mientras la Unión Hotelera espera la resolución judicial sobre el recurso contencioso-administrativo que presentó contra la tasa turística, ya empieza a pensar en el destino del dinero recaudado. La norma autonómica que regula el impuesto establece que el 80 % deber reinvertirse en el sector y Raxoi habilitará un foro de turismo sostenible para debatir al respecto. Liñares reclama que los establecimientos «debemos ter un voto de calidade nas decisións que se tomen» en este órgano colegiado, teniendo en cuenta que «somos actores principais».

De este modo, Liñares asegura que los hoteles acordarán sus propias propuestas y espera que sean proritarias. «No seu momento, o sector estaba bastante queimado porque non é un sector calquera. Somos os afectados directamente de que nos cae unha carga administrativa, uns custes extras e un traballo extra», apostilla.

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