500 cacharelas iluminan el San Xoán
Polo San Xoán as once con día dan; polo San Xoán a sardiña molla o pan. Galicia y su capital vivirán esta noche la velada mágica del San Juan. Lo hará en un contexto especial, puesto que la pandemia del coronavirus limitará parcialmente las celebraciones, que quedarán reducidas en la inmensa mayoría de los municipios gallegos a pequeñas fiestas privadas de familiares y amigos.
Las cacharelas se quedarán en casa. Casi 500 compostelanos solicitaron permiso para hacer la tradicional hoguera en parcelas de propiedad privada. A pesar de que este año se hayan suprimido (como medida de prevención frente al covid-19) las fogatas públicas en las rúas y plazas de la ciudad, los santiagueses tienen ganas de fiesta después de meses de encierro e incertidumbre. No obstante, cabe recordar que en cada reunión podrán participar un máximo de 15 personas, como señala el Concello de Santiago, salvo que los asistentes al festejo compartan el mismo techo. Además, el fuego no podrá exceder los dos metros de diámetro (tres en el rural) ni el metro de altura en la zona urbana.
También está completamente prohibido el uso de neumáticos, plásticos, espumas de poliuretano y aceites en la combustión; y todos los fuegos deberán estar apagados a las tres y media de la madrugada del miércoles, establece el Concello.
La inmensa mayoría de los permisos para las cacharelas fueron solicitados en la zona rural; si bien en el ámbito urbano también se ha dado autorización para realizarlas en pequeñas casas con huerta de la zona de Belvís, San Lourenzo o también San Roque, informaron desde Raxoi.
Así, miles de compostelanos degustarán esta noche, bajo la luz de la luna del solsticio de verano, unas ricas parrochas asadas. Es una tradición que pasa de padres a hijos y que sirve para reunir a familiares y amigos.
En las Rías Baixas están muy cotizadas las procedentes de los puertos de Rianxo, Ribeira o Portosín. Hoy todavía se podrán comprar en la Plaza de Abastos de Santiago, donde durante los últimos días se vendieron varios cientos de kilos de este producto. La gran mayoría de las pescaderías del mercado desde hace semanas con sardinas en su expositor. Fuentes de la Plaza explican que el precio varía en base a su procedencia. “Las de Rianxo son las más caras, porque se pescan con el arte do xeito (un estilo tradicional de captura, de manera que los peces son retirados uno a uno con la mano de la red): el sábado estaban a ocho euros, pero hoy podrían subir”. Por otro lado, las de Ribeira y Portosín se movieron entre cinco y nueve euros.
Sobre la elaboración, cabe recordar que la receta tradicional para esta noche es bien sencilla: en la parrilla con unas arenas de sal gruesa. Los expertos señalan que la clave está en la temperatura de la brasa y apuntan que el mejor combustible para el fuego del asado son las mazorcas, el corazón de las espigas de maíz. El menú de la celebración se complementará en la mayoría de las fiestas compostelanas con churrasco a la parrilla. Tampoco faltará el pan de millo, ese que debe quedar mojado con los jugos que desprendan las sardinas asadas, ni los cachelos cocidos. Los pimientos de Padrón, fritos mejor sin rabo, también suelen ser un acompañante para las parrochas en la Noche de San Juan. Una queimada con aguardiente gallega y luego la hoguera serán el perfecto broche de oro de un anochecer cargado de mitología y tradición. Mañana tocará lavarse la cara a primera hora con el agua de San Juan, después de que macerara toda la noche con las hierbas que marca la tradición.
La Fundación Pública Urgencias Sanitarias de Galicia- 061, el servicio que coordina las emergencias sanitarias en la comunidad gallega, recomienda tener precaución con el consumo de alcohol, la conducción y el fuego de las hogueras para evitar incidentes durante la celebración de la noche de San Juan. Las intoxicaciones etílicas o por drogas, los accidentes de tráfico, las quemaduras, las alteraciones de la consciencia, las caídas y mareos, y las lesiones producidas en el ámbito de las hogueras constituyen la causa principal de las llamadas de consulta y asistencia sanitaria durante la celebración.