Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h
Algunas todavía permanecen en penoso estado, incluso en plena zona monumental // En los próximos días se retirará una decena // En Santiago apenas queda rastro de los clásicos locutorios, cuando antes se multiplicaban por toda la ciudad TEXTO Julia Escobar

Adiós a las cabinas telefónicas, ‘arrasadas’ por los móviles

Las cabinas telefónicas desaparecen este año del mapa de forma oficial. Ya tenían fecha de caducidad, pero se resistían a desaparecer del todo. En Compostela, según los datos que proporciona Telefónica en Galicia, en el mes de noviembre del año pasado en la capital gallega solo quedaban en pie diecinueve cabinas, cuando hace apenas tres décadas eran un elemento muy destacado del paisaje urbano.

La ciudad ya trató de ajustarse a los nuevos tiempos en el año 2012, cuando se inició la retirada de un total de 28 que estaban en desuso y totalmente deterioradas. El concejal de Obras, Javier Fernández, confirmó a este periódico que está prevista la retirada de una decena de ellas. También expresó que las cabinas de teléfono que no molesten en algunas zonas no se procederá a su retirada, pero tampoco se les dará un nuevo uso, por el elevado coste que eso requiere.

¿Por qué desaparecen? De las más de 50.000 que existían en toda España, actualmente sobreviven unas 15.500, y muchas de ellas no registraban ni una sola llamada al año. Menos del 20% de la población ha usado alguna vez dichos servicios, que pasan ya a ser objeto de anticuario.

La enorme proliferación de los teléfonos móviles ha sido la principal causa de la desaparición progresiva de las cabinas, a pesar del interés de los gobiernos en aumentar su esperanza de vida. Lo cierto es que el Ejecutivo ya no considera este servicio como imprescidible y, al no presentarse ningún operador interesado en mantener el mismo, algo lógico teniendo en cuenta su nula rentabilidad, ha considerado que lo más práctico es desmontar las que aún quedan en pie. La mayoría de las que perviven en Santiago presentan un estado lamentable -pocas se han librado de los grafitos y el vandalismo- y algunas radicadas en pleno casco histórico solo sirven para degradar visualmente un entorno catalogado como Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Según cifras de Telefónica, la media de llamadas por cabina es de 1,15 al día, y casi todas se concentran en unos pocos terminales, es decir, que la mayor parte de ellas están siempre inactivas. Empieza el 2022 y como consecuencia ha expirado la designación de Telefónica como operador encargado de su mantenimiento. Desde la entidad telefónica expresan que tampoco existe por ahora un plan de desmonte de las cabinas, que probablemente comenzará por aquellas cuya retirada sea solicitada por los ayuntamientos.

Nueva ley. Se espera que esta ley entre en vigor en el segundo semestre de 2022. Esta normativa replantea la directiva europea de comunicaciones electrónicas de 2018 y entre sus novedades se encuentra una ampliación de funciones del 112 con la posibilidad de crear un sistema de alertas públicas y nuevas normas para la portabilidad y la gestión
del espectro radioeléctrico.

Además, por primera vez, los servicios de comunicación interpersonales no basados en numeración o de mensajería serán regulados. No obstante, esta regulación solo se aplicará a aquellos inscritos en el registro de operadores, con lo que aplicaciones como WhatsApp (que no están registradas) quedarían exentas de las obligaciones del operador. El texto posibilita crear el mencionado sistema de alertas y permitirá al 112 usar la ubicación de los teléfonos móviles para determinar mejor la geolocalización de las llamadas.

También se refuerza la transparencia de los contratos, se limita su duración a 24 meses y se regulan por primera vez los paquetes de servicios, a la vez que amplía derechos en el ámbito de la portabilidad móvil. Así, se permitirá conservar el saldo de un móvil de prepago si se cambia de operador, y se regula la accesibilidad de las personas con diversidad funcional a los contratos.

En cuanto a las empresas de telecomunicaciones, el proyecto establece una duración mínima de 20 años de las concesiones de espectro, lo que busca dar certezas a las compañías para desplegar sus inversiones. También se ha habilitado un mercado secundario del espectro radioeléctrico, así como un esquema de autorización general para acelerar el despliegue en áreas pequeñas con dispositivos de potencia limitada.

Tiempos premóvil. En Compostela, las cabinas no gozaron de glan esplendor ni siquiera cuando los universitarios de hace unas pocas décadas carecían, porque aún no se habían inventado o se trataba de aparatos de mantenimiento muy costoso, de terminales móviles.

La explicación es sencilla: los estudiantes preferían la seguridad de los locutorios de telefonía que afrontar el riesgo de que las terminales callejeras se tragaran las monedas indebidamente y se cortara la comunicación. Eso sí, ante la noticia de una avería que permitía llamar sin coste, las colas ante la cabina se formaban al momento gracias al famoso boca a boca.

Tampoco faltaban los trucos utilizados por algunos ingeniosos, algunos de los cuales pasaron a formar parte de las leyendas urbanas, como el de la moneda con agujerito y alambre para tirar de ella y reciclarla, o el recurso a los impulsos eléctricos con un mechero de cocina, que algunos “expertos” aseguraban que funcionaba para conseguir engañar a la máquina.

Pasan los años y las anécdotas de estas cabinas siempre guardaran un espacio en la memoria de quienes lo vivieron. Ahora, con los teléfonos inteligentes, las nuevas tecnologías y el wifi, los teléfonos públicos son contemplados casi como un objeto de anticuario entre las nuevas generaciones, que jamás han tenido que hacer una llamada desde las viejas cabinas.

11 ene 2022 / 01:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
TEMAS
Tema marcado como favorito
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.