Al filo del centenario. Procesión del Patronato del Apóstol en el Año Santo de 1920
DICHA PROCESIÓN tuvo lugar el 25 de julio, fecha en la se conmemora el martirio del Apóstol Santiago en el año 44 de nuestra Era. En la fotografía que ilustra este artículo la vemos saliendo de la Catedral por la Puerta de Platerías, descendiendo su escalinata y cruzando la plaza por el espacio limitado entre la Fuente de los Caballos y un grupo de tres casas que ocupaban el sitio donde, en la década de 1950, se construyó el edificio del Banco de España muy posteriormente reciclado para recibir el Museo de las Peregrinaciones.
Balcones adornados con la Bandera Española; mucha gente, bastante de ella ataviada con trajes rurales de la época y entre ella el núcleo principal de la procesión secuenciado, de delante hacia atrás, por los siguientes elementos (figura 1):
1. Sendas filas de Canónigos revestidos con el traje de Capellanes de Honor de la Reina Isabel II, su variedad de verano (pechera de raso rojo, sobre el que luce la medalla corporativa de tal distinción, concedida, como privilegio, en 1858).
2. Cuatro sacerdotes, con capas pluviales portando, a hombros, unas preciosas andas de plata (estilo plateresco, siglo XVI) en donde, iluminada por velas en cuatro farolas, podía verse la estatua de plata dorada del Apóstol Santiago, representado en su advocación de peregrino, que perteneció al Arzobispo compostelano D. Álvaro Núñez de Isorna, quien rigió la Archidiócesis entre 1445 y 1449 (figura 2). Dan guardia de honor a la reliquia 5 Caballeros de Santiago, de los cuales 2 visten el hábito coral y los otros 3 uniforme militar, con casco y espada. Detrás de los caballeros una presidencia litúrgica formada por un personaje con mitra y rica capa pluvial, verosímilmente Obispo al que flanquean los respectivos diácono y subdiácono con dalmáticas y bonetes.
3. Varios señores Obispos, capisayos y bonetes, continúan hacia atrás las filas de los canónigos y, en la del lado derecho, constituida por 7 prelados podemos reconocer, como primero de ellos, al que era auxiliar de la Archidiócesis de Santiago, D. Ramiro Valbuena.
4. El conjunto religioso lo cierra, como máxima autoridad el Cardenal-Arzobispo de Santiago D. José Martín de Herrera (figura 3) que luce la vistosa capa magna, sostenida por un sacerdote portacola al que acompaña otros 4 presbíteros. Franqueando al señor Cardenal, que entonces era, como puede leerse en cierto texto de la época, un “venerable anciano” de 87 años, 2 señores Obispos. Martín de Herrera falleció dos años más tarde, en 1922.
5. La fotografía, realizada por el fotógrafo profesional Sr. Chicharro, el mejor de la ciudad, permite ver una farola entonces existente en la plaza junto a la fuente pero, por desgracia, no incluye la parte final de la procesión, donde iban las autoridades militares y civiles acompañando al Delegado Regio que había presentado la Ofrenda Nacional de España a su patrono el Santo Apóstol.
6. Por cierto que en este año de 1920 que lo fue Jubilar o Santo se estrenó el actual Himno al Apóstol, cuyo texto redactó el ilustre catedrático de Anatomía de la Facultad de Medicina de Santiago Dr. Juan Barcia, quien era, además un prolífero poeta y al que puso música el Maestro de Capilla de la Catedral D. Manuel Soler.
7. En los grupos de personalidades citadas hemos reconocido, además del Obispo Auxiliar y del Cardenal de Santiago, a uno de los sacerdotes portadores de la reliquia, que años más tarde fue canónigo D. Manuel Ferro Couselo (el posterior derecho) y a uno de los caballeros de Santiago, D. José Varela de Limia, Vizconde de San Alberto, el posterior derecho, con casco y barba.