Antonio González: “La Catedral es el fundamento de toda la ciudad”

“Es un gran honor que una pieza de orfebrería realizada en nuestro taller sirva para adornar y significar un acontecimiento de la magnitud de un Año Santo”. Antonio González, que representa la segunda generación de Ramón González Orfebres, un negocio que comenzó su actividad en 1951, ha sido el encargado de diseñar y elaborar la cruz de plata que la Catedral de Santiago ha incorporado a su ornamentación litúrgica en el marco de la celebración del periodo jubilar. “De algún modo para su diseño me inspiré en el Pórtico de la Gloria, y el trabajo ha gustado muchísimo. Me han felicitado muchísimas personas. Y el hecho de que nuestro legado perdure en la Catedral es un gran reconocimiento, teniendo en cuenta que la basílica es el fundamento de toda la ciudad”, subraya González, propietario de un establecimiento que goza de gran prestigio en la capital gallega.

La pieza de orfebrería realizada por Antonio González se trata de una obra original, contemporánea en su concepción, pero en la que se integran elementos cincelados a modo tradicional en las piezas de plata que enmarcan el tetramorfos tallado en placas de marfil. Piezas en las que el perfil esquemático se potencia más que el detalle.

La figura de la cruz surge de un aparente cruce casual de eslabones de una cadena. Eslabones enlazados que evocan el encuentro entre culturas, razas, lenguas y también individuos que conforman una cruz que quiere acogerlas a todas y abrazarlas a todas. “Muestra que Santiago es una ciudad de acogida de personas de todo el mundo, y esta obra es capaz de retrotraer al pasado pero también anticipar el futuro”, sostiene González. Además, el círculo central remite a la esperanza de alcanzar esa plenitud en el encuentro con Dios Padre que, en Jesucristo —representado también en marfil—, se revela como el que salva desde la entrega y la donación total de sí mismo.

En el aludido círculo se inscribe un texto: ultreia et suseia; el antiguo lema de los peregrinos que en esta cruz se convierte en una llamada a procurar alcanzar una meta que supera el tiempo y el espacio y se alza en gloria. Atesora letras tomadas del modelo de la inscripción de los dinteles del Pórtico de la Gloria.

En el reverso domina la geometría con un único adorno. Los remates que cubren las roscas que unen todo el conjunto se embellecen con turmalinas rosa rubelitas, en memoria del martirio —testimonio— del Apóstol que, en la posición central, generan seis puntos que reproducen de forma ideal una cruz inclinada, como siendo portada sobre los hombros: cada persona porta su cruz, más o menos pesada, a lo largo de su vida.

Esta pieza está diseñada de modo que puede situarse en una peana de sobremesa, confeccionada con una gema de color negro, o en un varal procesional de madera.

Ubicado en la praza de Feixoo, en pleno casco histórico, Ramón González Orfebres es uno de los ocho establecimientos que recibió el Premio de Comercio Emblemático 2019 que concede el Concello de Santiago, tras obtener el mayor número de votos del jurado en el apartado de Joyería. “Vendemos todo tipo de piezas certificadas, desde diamantes hasta piedras más sencillas; hacemos un poco de todo, puesto que somos un sector en el que las modas van variando”, afirma González. “Soy gemólogo de profesión, y el azabache forma parte de la historia de nuestra ciudad”, subraya.