Aprendizaje al aire libre en el Chester College

El arranque de este inusual curso académico 2020/21, en el que los pequeños han vuelto a las aulas después de seis meses, ha estado marcado en el Chester College International School por dos palabras clave: ilusión y prudencia.

Entre los principales anhelos que han marcado el ansiado inicio están el deseado reencuentro entre los alumnos y sus profesores, tras medio año de contacto a distancia y por medios telemáticos; y también por poder seguir articulando la misión educativa del centro, la de formar personas, acompañándolas en el día a día, viéndose las caras diariamente y trabajando juntos.

Mientras tanto, la cautela viene articulada, en su caso, a través de un plan de promoción de la salud, que va más allá de las medidas estrictas como son el uso obligatorio de la mascarilla, los grupos burbuja y las distancias de seguridad, para buscar diariamente, y más que nunca, el sacar el máximo provecho de las instalaciones verdes que caracterizan al campus del colegio, en el concello de Teo. Así, intentan aprovechar al máximo su espacio natural abierto, rodeado de bosque.

Por lo tanto, en este nuevo año escolar, el centro ha seguido apostando, al igual que anteriormente, por el deporte como pilar integral de su proyecto educativo, siguiendo el lema mens sana in corpore sano. Para ello, los alumnos de todos los cursos del Chester cuentan con sesiones de Educación Física y juego diarias al aire libre, por la mañana y por la tarde, justo al finalizar la jornada lectiva.

A través del juego y actividades en espacios abiertos se articula también el pilar del aprendizaje natural de lenguas, tan característico de este centro educativo, que apuesta por la inmersión lingüística en edades tempranas, y con máxima exposición, como contexto idóneo para la adquisición natural de nuevos idiomas.

Asimismo, el colegio sigue enfatizando su programa específico de materias STEM (ciencias, tecnología y matemáticas), procurando, en la medida de lo posible, la realización del mayor número de sesiones en el exterior: llevando la realidad del entorno a la materia de clase.

Con esta filosofía, el balance que realizan de este primer mes de clase es muy positivo, aunque apelan a la prudencia para que el curso pueda seguir por los mismos derroteros, manteniendo así innovador su modelo de aprendizaje.