Aumenta la demanda de ayudas por los efectos de la crisis sanitaria y el frío

El empeoramiento de la crisis sanitaria y el frío de los últimos días ha hecho que muchas personas vuelvan su vista a los más desfavorecidos que viven en la calle, y para quienes las restricciones motivadas por el COVID-19 y las bajas temperaturas son un problema añadido. De hecho, la labor de atención a las personas sin hogar se ha tenido que reducir mucho por las medidas sanitarias, limitando aún más los aforos, como es el caso del Centro Social Xoán XXIII, donde actualmente solo pueden dar cabida a diez personas para pasar la noche, una vez eliminada la zona superior de las literas.

Sin embargo, Miguel de la Mata, director del centro, explica que “la mayoría de nuestros usuarios habituales no quedan a la intemperie porque las instituciones ya facilitaron al inicio de la pandemia pensiones y pisos tutelados para que las personas sin techo no estuviesen en la calle”.

Sin embargo, sí llama la atención sobre el aumento de la demanda de los servicios externos que ofrecen, como lavandería, duchas, reparto de alimentos y productos de limpieza y ropa, y ayuda económica para los alquileres.

“Mucha gente vive en pisos pero en condiciones precarias, sin agua corriente, e incluso sin poder pagarlos. Con la pandemia se multiplicaron las necesidades, y me temo que ahora, con las nuevas restricciones que afectarán directamente en la economía y los trabajos, tal y como está la situación, me temo que la demanda irá en aumento”.

“Aunque en los últimos meses”, explica De la Mata, “al igual que creció la demanda, afortunadamente crecieron también las ayudas, y de hecho, hicimos una campaña navideña en la que la respuesta de la gente fue muy positiva y estamos muy agradecidos. Pero creemos que vienen meses muy duros”.

Miguel explica que el centro continúa con sus puertas abiertas como centro de día para recibir a todos los que necesitan ayuda, hasta completar el aforo, extremándose las medidas de seguridad. “Las duchas se desinfectan entre uno y otro usuario, se sigue ofreciendo el servicio de lavandería y repartiendo alimentos. También facilitamos mantas y ropa de abrigo, y ayudamos a varias familias con el alquiler de sus pisos”.

Para quienes buscan ayuda, explica que “aquí estamos, para recibir a todos los que nos necesitan”, y en el caso de querer solicitar ayuda económica, “nuestra trabajadora social está disponible de 10.00 a 16.00 horas para evaluar cada caso, aunque es aconsejable pedir cita con ella para evitar aglomeraciones a través del teléfono 981 581952”.

COLABORAR. Y para los que quieren ayudar, señala que los productos más demandados son “aceite de girasol, patatas, azúcar, harina, espaguetis, café y cacao en polvo para desayunos”, así como “cuchillas de afeitar, desodorante en espray, gel de ducha, champú, papel higiénico, lejía y detergente de lavadora”.

Además, los que desean ayudar haciendo una donación económica pueden hacerla en la cuenta de Abanca ES67 2080 0316 2430 4001 0583. “Las ayudas que se ingresen en esta cuenta irán destinadas principalmente a la ayuda del pago de alquileres”, explica Miguel de la Mata, consciente de que en cualquier situación de adversidad, las personas sin recursos se vuelven aún más vulnerables.