Avanzan las labores para rehabilitar el palacete modernista de Espiño
Comenzó ya el acondicionamiento del entorno del edificio con el traslado de algunas especies // En un año se calcula que estará completada la reconstrucción para uso cultural y administrativo
Por fin después de muchos años paralizado, el proyecto de rehabilitación del palacete de Finca do Espiño está en marcha para su conversión en un edificio de usos múltiples del Ayuntamiento de Santiago.
Para ello fue necesario casi década y media de tiempo y hasta tres proyectos diferentes, en los que hasta cambiaron los tipos de materiales. La última propuesta es aprovechar los viejos muros del edificio modernista para tratar de recuperar en todo lo posible su fisonomía.
Los avances en los trabajos ya son fácilmente apreciables en las imágenes de los edificios en ruinas, que en su momento tuvieron que ser apuntalados y tapiados para evitar un más que seguro derrumbe de toda la construcción y de la capilla aneja.
A pesar de su aspecto, el material no es piedra, sino hormigón que la imita, y el más de un siglo que lleva construido (se edificó entre 1910 y 1915), y el incendio que sufrió en la década de los noventa dejaron apenas en pie las paredes, con maleza creciendo por dentro y fuera.
El proyecto nació a comienzos de siglo en forma de convenio urbanístico por el que el Ayuntamiento, a cambio de recalificar una parte de la finca para construcción de apartamentos, recibía el resto de los terrenos y el palacete y la financiación para llevar a cabo el acondicionamiento de ambos como parque y edificio público.
El primer proyecto, redactado por Jean Nouvel se hacía eco del mal estado de los muros y proponía colocar un gran cubo de cristal en el interior sin apoyarse en ellos.
El proyecto sufrió varios años de paralización por problemas legales, aunque el parque que rodea el palacete sí se acondicionó y abrió al público en 2014, pero las obras del edificio se retrasaron hasta 2016. El nuevo diseño preveía una estructura metálica para la construcción, pero el mal estado de las paredes de hormigón obligó a redactar un reformado y a anular el concurso, porque el presupuesto se disparaba.
Así las cosas, entre resolver el contrato y convocar el nuevo concurso pasaron tres años, y por si fuera poco, cuando estaba ya listo para licitar, llegó la covid. Por fin la obra se pudo adjudicar el pasado verano, e iniciarse los trabajos a finales de noviembre, con un plazo previsto de ejecución de doce meses, es decir, que se espera que esté listo a finales del próximo ejercicio.
Los trabajos, además de lo que es el palacete en sí para “equipamiento municipal cultural y administrativo”, también recoge el ajardinamiento de todo el entorno y la rehabilitación asimismo de la capilla adyacente.
El parque es una antigua finca particular, por lo que está rodeado de un amplio muro de piedra que rodea todo el recinto y permite su cierre durante las noches. También se acondicionó en su momento el lago natural que está situado junto al palacete y se mejoraron los accesos en la zona de Galeras.
··· Las obras se adjudicaron a la empresa Bauen en verano por un importe de 1.425.922 euros repartidos en dos anualidades; 594.134 en el presente año, y 831.788 en el próximo. El plazo de ejecución de previsto para los trabajos es de doce meses.
··· Entre las mejoras introducidas en el contrato por la empresa figura la creación y el mantenimiento de una página web, en la que se recogerán datos del proyecto, avance de las obras y el estado final. Toda esta documentación se reunirá posteriormente en un libro, así como de un vídeo informativo.
··· El edificio del palacete de Espiño fue construido en la primera década del pasado concretamente, entre 1910 y 1915, según el proyecto realizado por el prestigioso arquitecto López de Rego, para el abogado, diputado provincial y senador Ramón Gutiérrez de la Peña Quiroga, que también fue catedrático de Derecho Político y Administrativo en la Universidade de Santiago, en la que se jubiló en el año 1918.