Bajar la velocidad a límites ínfimos, opción para el cruce de la discordia
No se podrá pasar de veinte o incluso diez km/h en la novedosa plaza semipeatonal de la avenida de Lugo // Xunta y Concello se coordinarán para evitar el caos circulatorio
Tras la polémica surgida con el funcionamiento del nuevo nudo de Concheiros, una plazoleta semipeatonal en la que los viandantes se sienten desprotegidos, el alcalde de la ciudad recalcó en Onda Cero que el Concello, en coordinación con la Xunta, ente ejecutor de la obra, estudiará la reducción de los límites de velocidad en el espacio a veinte o incluso diez kilómetros por hora. Con todo, en primer lugar, se deberán recepcionar los trabajos, una vez se termine el proyecto.
De este modo, mientras los vecinos solicitan un manual de instrucciones para entender el caos que supone esta moderna plaza, Raxoi ya tiene en mente la necesidad de reorganizar la circulación en este punto, siempre teniendo en cuenta la preferencia para los peatones, todo ello pese a tratarse de una de las avenidas con mayor volumen de tráfico de la capital gallega.
Explicaba el concejal de Movilidad, Gonzalo Muíños, en declaraciones a EL CORREO, que los conductores debían concienciarse a reducir su marcha en este punto, en línea con los nuevos criterios establecidos por la DGT para vías urbanas y travesías. El edil citaba los veinte km/h como máximo permitido, un margen que incluso se podría reducir a la mitad, en base a las palabras de Xosé A. Sánchez Bugallo.
La exposición del regidor pone sobre la mesa de nuevo el debate de si es posible conducir tan lento, un límite de 10 km/h que también se planteó para la reurbanización del Hórreo y que fue muy criticado en su día por el colectivo de taxistas, considerándolo “una barbaridad”, ya que estimaban que esto obliga a circular pisando el embrague, con la posibilidad de quemarlo.
En todo caso, con cualquiera de las dos opciones, queda claro que existirá una importante variación respecto a las señalizaciones previas, puesto que se trataba de una vía de cincuenta, velocidad que no ha sido olvidada, a tenor de lo rápido que siguen pasando la mayoría por este emplazamiento.
En este sentido, para cruzar el nudo (100 metros, aproximadamente), si previamente se tardaba unos siete segundos (a 50), ahora se necesitarían treinta y seis (a 10 por hora), una diferencia notable teniendo en cuenta que el resto de la calle, en la que se han instalado una decena de semáforos y pasos de peatones, se ha reducido a 30. Por ello, más allá del empleo previo que se hacía de la Avenida de Lugo como carretera disuasoria para evitar el centro de Santiago, esta ahora pasa a ser también de tránsito lento.
Otro punto a tener en cuenta también será cuándo y por cuánto tiempo se iluminarán las luces verdes de paso, ya que si en la actualidad, en la que muy pocos respetan los límites, coinciden en el interior personas cruzando y coches circulando, sería muy elevada la cantidad de automóviles que quedarían atrapados entre peatones si van a diez por hora. Eso sí, el riesgo de atropello sería menor.
Todo ello deja claro que el proyecto tendrá que ser revisado a fondo, para que la gente se habitúe a él y no sea un caos absoluto.
··· En la línea de las plazoletas de convivencia entre vehículos y peatones, cuyo primer proyecto se llevó a cabo en la calle Montero Ríos, también se seguirá este plan para la reurbanización del Hórreo, unos trabajos en los que el propio alcalde ya citó en su día la necesidad de reducir la velocidad a diez por hora.
··· Al igual que en el nudo de la Avenida de Lugo, estos límites contrastan ampliamente con los permitidos anteriormente, lo que obligará a una mayor concienciación por parte de los conductores para evitar riesgos.
··· Con ambas obras se busca una integración de los distintos barrios de la ciudad, con una unión al centro más visible. En el Hórreo, se fomentará el paso desde la Estación Intermodal; y en Concheiros, el acceso desde Fontiñas, especialmente para los peregrinos que realizan el último tramo del Camino Francés.
