Calles peatonales en el Ensanche, pero con aceras de un solo sentido

Desde las doce de la mañana de hoy y hasta las doce de la noche del domingo Xeneral Pardiñas, Alfredo Brañas y República do Salvador estarán reservadas a los peatones, y solo podrán circular por ellas los coches que accedan a los garajes o bien al párquin público.

Eso sí, los peatones tendrán que escoger acera a la hora de circular, porque solo se permitirá caminar en una sola dirección por cada acera, es decir siempre por su derecha, y deberá cruzar a la acera contraria para cambiar de sentido.

Se trata de una medida de protección, explicó el alcalde, Sánchez Bugallo, ya que de esta forma se evitará que las personas se crucen y será más fácil mantener las distancias y evitar así la posibilidad de un contagio. Está previsto que durante la semana se coloque en estas vías señales adhesivas y antideslizantes para informar a los peatones de las normas a la hora de transitar por la calle.

Se trata, pues, de una experiencia piloto en estas tres calles, que si funciona bien se podría ampliar el próximo fin de semana a otras más, entre las que citó Santiago de Chile y Fernando III.

El objetivo de esta medida es, además de facilitar el paseo a los vecinos con un mayor espacio peatonal, también apoyar al comercio de la zona, que a partir del lunes ya podrá abrir sus puertas con limitaciones.

Sobre el cumplimiento de estas medidas, el alcalde hizo un llamamiento a la “responsabilidade e autocontrol” de los propios ciudadanos para que procuren pasear adoptando todas las medidas de seguridad posibles, ya que recordó que el gobierno local no dispone de medios suficientes como para controlar a todos y cada uno de los vecinos de la ciudad.

En este sentido, alertó también de un fenómeno que se había apreciado en los parques públicos de la ciudad, donde era frecuente ver a grupos de personas que se paraban a hablar en medio de la senda, lo que obligaba al resto de caminantes a circular entre ellos. De esta forma, invitó a los ciudadanos a evitar este tipo de concentraciones, y a que si se encontraban con un conocido, hicieran la tertulia fuera de la zona de paso.

Esta peatonalización blanda, como la definió el alcalde, se aplicará los fines de semana, el momento en el que otras actividades profesionales de la zona están cerradas y no se verán afectadas por la medida. No así el transporte público, que deberá modificar sus recorridos.

Sobre este aspecto, también se prevé empezar a partir de la próxima semana a recuperar poco a poco la normalidad de líneas y frecuencias, aunque por ahora el nivel de ocupación es muy bajo. De hecho, el promedio de viajeros en cada bus está actualmente en 4,4, y eso que el servicio está funcionando al nivel del 7 % , en parte resultado de la reducción de actividades, y en parte debido a que muchas personas prefieren de momento recurrir a un vehículo privado para evitar contactos con personas desconocidas. De todas formas, a partir del lunes funcionarán el 50 % de los servicios, y se espera alcanzar el 70 % para el próximo fin de semana, en función de la evolución de la de la demanda.

ora desde este lunes. Precisamente, en el nivel de la circulación privada y su más que previsible incremento a partir de la próxima semana, cuando abra un mayor número de negocios, justificó el alcalde la decisión de proceder también a desescalar el sistema de la ORA, con el objetivo, explicó, de facilitar el acceso a los establecimientos del centro.

Eso sí, hasta el día 18 no recuperará el funcionamiento habitual. Señaló que se mantendrá tal y como hasta ahora en el entorno de la Plaza de Abastos, pero que en el resto de los enclaves tendrá más bien un carácter “informativo”. De esta forma, los agentes se limitarán a avisar a los usuarios de “comportamientos incorrectos”. En las zonas de larga duración no habrá que pagar ni tampoco rotar.

Cuando se habla de peatonalización siempre surge el nombre de Virxe da Cerca, una de las calles sobre cuyas posibilidades de remodelación han corrido más ríos de tinta. De hecho, hasta hubo a finales del siglo pasado un intento de dirección única que se suprimió a los pocos meses, y también hizo correr ríos, pero en este caso de champán con la fiesta que se organizó entre los comerciantes y residentes de la zona cuando se restableció el doble sentido de circulación.

Se trata de un punto conflictivo, una de las pocas arterias que recorre la ciudad de sur a norte, y en la que además de los autobuses del transporte público también abundan los del transporte escolar, sin olvidar la presencia de la Plaza de Abastos y el volumen de mercancías y clientes diarios que produce, de forma que la congestión del tráfico es parte habitual del paisaje.

Se hace necesario, pues, una remodelación, pero no solo de esta calle, sino también de todo el eje viario que forman sucesivamente Xoán Carlos I, A Senra, la plaza de Galicia, Fonte de Santo Antonio, Virxe da Cerca y Porta do Camiño, es decir, una reforma integral de todo el tramo, explicó ayer a este periódico el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo. Pero esta operación no está previsto que se lleve a cabo de momento, por lo menos hasta que caduque la concesión del aparcamiento subterráneo radicado en la plaza de Galicia.

Es decir, que estaríamos hablando de 2026 que es cuando la empresa que obtuvo la concesión en los años setenta del pasado siglo cederá el uso del recinto libre de cargas al Ayuntamiento.

En ese momento, explicó, será cuando se plantee una remodelación a fondo incluyendo una mejora de la propia plaza y una articulación más adecuada de todo el enlace entre el casco histórico y el Ensanche.

De hecho, los posibles cambios en el tráfico de la zona ya se plantearon cuando se afrontó la reurbanización de Patio de Madres y Castrón Douro, una propuesta rechazada por el Ayuntamiento, ya que no existen actualmente alternativas viables para conectar las zonas norte y sur de la ciudad, e incluso los barrios intermedios, sobre todo después de la semipeatonalización de rúa de San Pedro, por la que muchos vehículos accedían a la avenida de Lugo y el periférico, y que ahora solo pueden usar los residentes.