Cándido Pazos: “Cuando uno para se oxida, hay que estar en activo”

Cándido Pazos es un artista incansable, porque “cuando uno para, se oxida. Yo intento no durar, sino vivir, y para hacerlo tienes que estar en activo de forma constante”, cuenta el conocido escultor.

Una de sus obras recientes le ha dado un sinfín de alegrías, puesto que fue escogida por el Club Financiero de Santiago para convertirse en la escultura que se entrega con el Premio de la Excelencia Empresarial que otorga esta entidad, y que este año recayó en EL CORREO GALLEGO. El nombre de la pieza no puede ser más explícito: La Victoria de la Excelencia.

Pazos señala que “la diseñé expresamente para esa distinción. Antes se entregaban otras esculturas, como una de Breogán, pero en las últimas ediciones se entrega La Victoria de la Excelencia”.

Se trata de una obra de pequeño formato, de cuarenta centímetros de altura, realizada en bronce y con una base de serpentina, que es una gema preciosa. El artista optó por darle movimiento para representar el esfuerzo y trabajo que hay detrás de un premio como el del Club Financiero.

Ahora mismo, Cándido Pazos está sumergido en nuevos proyectos, de los que prefiere no dar demasiadas pistas. “Estoy con una serie de esculturas de gran formato”, comenta escuetamente. Además, este ha sido un año repleto de éxitos para el reconocido artista, que recientemente inauguró otro trabajo en Vedra con la presencia del vicepresidente Alfonso Rueda. Se trata de la Camelia Xacobea. Otra de sus obras recientes es un gran pulpo de bronce, de cerca de un metro de altura, que se expone en la Pulpería Ezequiel, afamado restaurante situado en Melide que recibe infinidad de clientes. De hecho, es el local de Europa que más pulpo sirve.

La escultura destaca por su simbolismo al mostrar un gran pulpo ya sin cabeza y preparado para ir a parar a la olla. Con sus ocho tentáculos cayendo de forma natural, la pieza supone un homenaje más a la cultura gallega y, muy especialmente, a la Ruta Jacobea, a cuya promoción el autor ha dedicado buena parte de su vida artística.

Realizar una de estas piezas no es nada sencillo. Pazos reconoce que todas las obras tienen su complicación, aunque lo importante es trabajar meticulosamente para reproducir lo más dignamente posible el diseño inicial.

Para conseguirlo, este artista trabaja de forma muy meticulosa y cuidada. Explica que el primer paso se hace en la libreta, donde con un boceto ejemplifica la idea que más tarde se pasará a las tres dimensiones. Después, se crea una maqueta de madera o barro, que finalmente termina sirviendo de guía para formar la obra final, realizada, en este caso, en bronce.

Cándido Pazos destaca por ser uno de los más importantes embajadores del Camino de Santiago, ruta a la que ha dedicado más de sesenta piezas de gran tamaño, algunas de ellas tan emblemáticas como la Porta Itineris Sancti Iacobi o Puerta de Europa, situada en la entrada de Santiago por el Camino Francés, o la Fonte da Peregrina en el Monte do Gozo.

Su currículum es casi extenso como la cantidad de disciplinas en las que ha triunfado. Artista, investigador, atleta, piloto automovilístico y paisajista son algunas de las ocupaciones que ha desarrollado a lo largo de su vida, aunque lo que más popularidad le ha traído y lo que lo ha llevado a formar parte del Club de los Gallegos del Año, instituido por EL CORREO, es su faceta como escultor.