Cáritas atiende ya a más mujeres que hombres y a 1.200 nuevas familias

Cerca de 20.000 personas recurrieron a la ayuda de Cáritas Diocesana de Santiago durante el año pasado, según figura en la Memoria 2019 de esta entidad, que presenta un balance sobre el trabajo realizado en diferentes ámbitos.

Así, según explicó el director, José Anuncio Mouriño, en total, la institución realizó 55.834 atenciones, de las que se beneficiaron 4.621 familias, de las cuales 1.210 fueron nuevas; es decir, nunca antes se habían visto obligadas a recurrir a Cáritas.

En lo que se refiere a la cobertura de las necesidades básicas, se asistió a 10.452 ciudadanos; en el ámbito de colectivos comunitarios Cáritas practicó 7.834 atenciones; y en el terreno de la formación y empleo se dio respuesta a 4.747 usuarios. Asimismo, en la parcela de familia, infancia y juventud fueron atendidos 1.811 individuos, 1.249 personas sin hogar fueron asistidas por esta entidad, 757 reclusos y expresidarios, 534 mayores o dependientes y 445 vecinos afectados por problemas de salud.

Uno de los datos más llamativos del balance de 2019 es que fue mayor el número de mujeres atendidas por Cáritas que el de hombres. Así un 54,66 por ciento de féminas recurrieron a la institución frente a un 45,36 por ciento de hombres. En cuanto a la edad, el 42 por ciento son personas de entre 40 y 65 años, seguidas de las de entre 20 y 40 años (31 por ciento); después hay una franja significativa hasta 20 años, que son el 22 por ciento y los mayores de 65 años, que representan el tres por ciento.

De la gente atendida, casi un 60 por ciento son españolas y un 32 por ciento extracomunitarios.

En lo que se refiere a los ingresos, el 59 por ciento aseguran que no tienen, frente a un 14 por ciento que percibe una pensión no contributiva, un 11 por ciento sustentados por los servicios sociales y un siete por ciento no tienen ningún trabajo.

En relación a la vivienda, el 69 % de las personas que recurren a Cáritas Diocesana residen de alquiler y más de un ocho por ciento no tienen vivienda. Los hogares con hijos representan el 25 %, los unipersonales el 23 %, los monoparentales el 15 % y sin hogar el 12 %.

En cuanto al nivel de estudios, tienen Primaria un 38 %; sin alfabetizar un 21 por ciento; cuentan con la ESO un 15%; formación sin homologar un 8 %; estudios universitarios un 5 %; FP grado medio un 2 %; y FP grado superior poco más de un 1 por ciento.

Por otro lado, José Anuncio Mouriño habló de lo que sucedió durante la crisis del covid-19 y señaló que el número de demandas recibidas en los programas de acogida y de atención de necesidades básicas “experimentó un incremento importante”, cifrándolo en un 43 por ciento.

Así, durante el confinamiento se registró un perfil determinado de las personas atendidas, ya que jóvenes y mayores acudieron en la misma proporción a lo largo del año. Un perfil específico que acudió en mayor porcentaje que antes fue el de las personas extranjeras, en situación de irregularidad administrativa en España, sin apoyo socio familiar y sin derecho a prestaciones, que antes de la crisis se encontraba trabajando en la economía sumergida.

La cobertura de necesidades básicas tales como la alimentación, la medicación, el pago de alquileres y el abono de recibos y facturas de servicios, fueron las demandas y peticiones más solicitadas en este período.

Una de las dificultades con las que se encontraron fue que tuvieron que readaptar e incorporar voluntariado nuevo y más joven, puesto que los mayores son más vulnerables al coronavirus.

sregueira@elcorreogallego.es