Comienza la colocación de cámaras de grandes dimensiones en las rúas

La incorporación de nuevas tecnologías al casco histórico continúa avanzando, y a los postes de grandes dimensiones que en las últimas semanas ya levantaron una importante polémica entre los vecinos de la zona monumental, se suman desde ayer las nuevas cámaras que los coronarán, y que a buen seguro no dejarán indiferentes.

El Ayuntamiento ya anunció ante las primeras críticas que se intentaría atenuar el impacto visual de estos sistemas, en parte pintando los postes con el color llamado verde compostela, pero a la vista del tamaño de las cámaras va a resultar difícil que pasen desapercibidas, tal y como se aprecia en las fotos.

La colocación de estas cámaras, acompañadas de una renovación integral de todo el sistema de accesos a la ciudad histórica, tiene como objetivo regular los sistemas de reparto de mercancías e impedir el paso a la zona de los vehículos que excedan del peso permitido. Un primer paso hasta que se ponga en marcha el nuevo sistema de reparto con coches eléctricos.

Los dispositivos podrán detectar las matrículas de los automóviles, así como su marca, modelo, color y tipo (bicicleta, moto, turismo, furgoneta, camión, autobús...). También su altura, la presencia o no de remolques y la empresa a la que pertenezca, en el caso de vehículos habituales de la carga y descarga de Santiago. En caso de ser un coche buscado por la policía, las cámaras podrán trazar su recorrido a medida que se mueve por la ciudad y trasladarlo a un mapa mediante coordenadas GPS, con el fin de poder geolocalizarlo en cualquier momento.

Pero también se busca registrar los movimientos peatonales para organizar los flujos, e incluso prever la formación de aglomeraciones y otro tipo de problemas que puedan surgir en un espacio como el casco histórico, tan frecuentado por turistas.

Así que no serán unas simples cámaras de vigilancia, tal y como se explicó en la presentación de este proyecto, incluido dentro del programa Smartiago para hacer de Compostela una ciudad inteligente. Todas estarán conectadas a un centro de datos, que guardará la información grabada y elaborará unos algoritmos que permitirán detectar problemas antes de que se produzcan, tanto en el tráfico rodado como a pie. E incluso señalan que tendrá capacidad para distinguir a peregrinos y transeúntes.

Algoritmos. El contrato que regirá el desarrollo de estos algoritmos salió a licitación a principios de julio por 350.000 euros, y ahora Raxoi está pendiente de adjudicarlo. Dado que las actuaciones recogidas en Smartiago serán soluciones pioneras, porque no existe una tecnología similar en todo el mundo, está previsto que el Concello perciba un 10 % en concepto de royalties tras su venta posterior a otras Administraciones públicas.

En total se instalarán 31 cámaras, la mayoría de ellas en intramuros, pero también en otros puntos estratégicos en el sistema vial de Santiago como el Hórreo, A Senra, San Pedro, Xoán XXIII, As Rodas, San Roque o plaza de Galicia. Una vez recogida y procesada la información en un centro de datos del Ayuntamiento, cuando se detecten síntomas de que se va a producir algún tipo de problema, se dará la alerta y se ofrecerán alternativas, por ejemplo, para canalizar el tráfico rodado o a pie por otros puntos diferentes.

Para ello el sistema se complementa con la instalación de toda una serie de paneles que ya se pueden contemplar por la ciudad, en los que se ofrece información sobre la situación del tráfico, los aparcamientos y, más adelante, también las calles que es recomendable evitar y los recorridos alternativos.