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Clara Rosón y José Manuel Trigo tienen 10 hijos, y viven con gran incertidumbre el regreso de cuatro de ellos a la actividad educativa // “Les estamos insistiendo en que cuiden el cumplimiento de los protocolos básicos”, afirma el padre TEXTO Gustavo López

¿Cómo arranca en septiembre una familia ‘hipernumerosa’?

Clara Rosón y su marido, José Manuel Trigo, residen en Santiago, y tienen diez hijos, si bien son cuatro los que actualmente viven con ellos. Son, enumerados de menor a mayor, Pablo, de 17 años, que en unos días comienza Bachillerato en La Salle; Inés (18), que inicia estudios de Gestión Hotelera en el CSHG; Catalina (20), que está haciendo un doble grado de Farmacia y Óptica; y Elena, de 22 años, que ha terminado un ciclo superior y cursará un máster. Además, otro de sus hijos, Alejandro (27), ingeniero de profesión, que trabaja en A Coruña, se ha alquilado un piso cerca del de sus padres para poder teletrabajar con mayor comodidad, si bien, subrayan, suele pasar largos ratos con sus hermanos y padres. Así pues, en plena cuenta atrás para la vuelta a la rutina tras un verano muy distinto por la crisis del covid-19, admiten que están siguiendo con “gran incertidumbre” el panorama que se le presenta a las familias coincidiendo con el inicio de la actividad educativa. No obstante, tal y como señala el padre, José Manuel Trigo, de 61 años, les están insistiendo en que “cuiden mucho el cumplimiento de los protocolos básicos” para evitar los contagios: “Uso de mascarilla, distancia de seguridad interpersonal, lavado de manos...”.

Sobre si, a priori, tienen preferencia sobre clases presenciales o a distancia, admiten que asistir a las aulas “es mucho más efectivo”, pero añaden que entenderían que se desarrollasen de forma online “para evitar riesgos sanitarios”, subraya Trigo, que es el presidente de la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN). En este sentido, destaca que el Plan Me cuida que puso en marcha el Gobierno para proteger laboralmente a los padres que tuvieran que cuidar de sus hijos no sirve, ya que protege en lo laboral pero no en lo económico. “Puede servir a alguna familia que tenga una situación económica privilegiada, pero no es una opción viable para la gran mayoría de familias, porque son muy pocas las que pueden coger una excedencia o una reducción del salario, es decir, prescindir una parte del sueldo completo, en especial en un momento de grave crisis económica en muchos sectores”, explica Trigo.

Por ello, la FEFN insiste al Gobierno en que confirme que habrá un permiso laboral retribuido para los padres que tengan que quedarse en casa a cuidar de un hijo porque tenga síntomas o esté en cuarentena por algún positivo en el colegio, una situación que se complicará en el caso de las familias numerosas, donde las posibilidades de contagio de los niños en los colegios son mayores y donde además, ante un solo caso, podría ocurrir que se tuviera que poner en cuarentena también a los hermanos. “Es una cuestión de calado, que afecta mucho a la organización familiar, y que no se puede improvisar. La necesidad de quedarse en casa surgirá de un día para otro y las familias tienen que tener ya la garantía de que estarán amparadas por la administración y no estar a merced de la voluntad o posibilidad que haya en sus empresas, porque además del tema económico, no todo el mundo puede teletrabajar”, destaca el compostelano José Manuel Trigo, que ayer mantuvo una reunión con la directora general de Diversidad Familiar, Patricia Bezunartea, para trasladarle demandas del colectivo de familias numerosas.

Ante esta situación de indefinición, y con el curso escolar ya iniciado en varias comunidades, la FEFN pide al Gobierno “que garantice la protección laboral y económica de los padres, de una forma clara y real”, señala Trigo, que incide en que a las familias “no se les puede abandonar pidiendo que cuiden y aíslen a sus hijos para frenar los contagios, a costa de perder el empleo o el salario”.

En el marco del ámbito educativo, el presidente de la Federación Española de Familias Numerosas ha planteado otras cuestiones importantes, entre ellas, la relativa a los equipos informáticos que se han hecho necesarios para todos los alumnos como consecuencia de la pandemia y que podrían ser imprescindibles en caso de tener que volver a las clases online. De hecho, en algunos cursos se va a seguir un modelo mixto, de clases presenciales y desde casa, lo que obliga a tener dispositivos para estos niños.

La FEFN pide al Gobierno que establezca una línea de ayudas para la compra de ordenadores o tablets en las familias con más hijos y menos recursos, de manera que ningún niño se quede atrás por no contar con el equipo necesario.

diez hijos y tres nietos

··· “Tener 10 hijos ha sido, sin duda, nuestra mejor inversión. Hemos pasado momentos duros, de dificultades, pero predominan las situaciones de felicidad; tenerlos ha sido maravilloso”, afirmó a este periódico Clara Rosón, de 59 años, durante el periodo de confinamiento por el covid-19. Ella y su marido, José Manuel Trigo, de 61 años, viven en Santiago y son padres de siete chicas y tres chicos. Sus nombres y edades, de mayor a menor, son los siguientes: Clara (36 años, dos hijos), Patricia (34), José (31), María (28), Alejandro (27), Susana (25, un hijo), Elena (22), Catalina (19), Inés (18) y Pablo, de 17 años.

09 sep 2020 / 00:00
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