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Compostela se blinda para hacer frente a un nuevo jueves de movida nocturna

La Policía Local prestará especial atención a las zonas de Curros Enríquez y Alfredo Brañas, donde hay dos discotecas

Seis patrullas de la Policía Local reforzadas por efectivos de la Policía Nacional se encargarán esta noche de controlar las aglomeraciones de gente que se vienen produciendo desde que empezó el curso universitario en las inmediaciones de algunos locales de ocio nocturno. Así lo confirmó a EL CORREO GALLEGO el concejal de Seguridad Ciudadana, Gonzalo Muíños, que alabó el trabajo de los agentes, que a pesar de lo complicado de la situación, “están trabajando muy duro estas noches. Están muy implicados”, dijo.

Y es que de forma tradicional los jueves son el día preferido por los estudiantes para salir, que debido a las limitaciones de los aforos de los establecimientos optan por reunirse en los alrededores de los mismos. Allí, en las calles, montan un barullo insoportable que impide el descanso de los vecinos.

El dispositivo de vigilancia del Ayuntamiento hará especial hincapié en la calle Curros Enríquez y adyacentes, donde está la discoteca Ruta y donde prácticamente todos los días las Fuerzas de Seguridad tienen que dispersar grandes concentraciones de jóvenes que deciden montar la fiesta por su cuenta en la calle. Así, según figura en el último parte de incidencias de la Policía Local, en la madrugada de ayer los efectivos tuvieron que intervenir para disolver la multitud que se concentraba delante del local.

Otra de las zonas que se vigilará de forma especial esta noche será la calle Alfredo Brañas, puesto que la discoteca Facultad (Antigua Liberty) reabría ayer sus puertas. En Raxoi temen que se pueda reproducir en el exterior la situación que se está viviendo en Curros Enríquez, por lo que va a estar en el punto de mira de la Policía Local y de los efectivos de la Comisaría de Santiago.

La plaza Roxa o el Cantón de San Bieito son otros de los puntos en los que se repite este problema. También se vigilarán parques como el de Belvís y la Constitución, que son los preferidos por los estudiantes para hacer botellones. De hecho, es un lugar por el que siempre pasan los agentes de noche, como este martes, aunque afortunadamente no se detectaron grupos bebiendo al aire libre.

Además, el martes la Policía Local acudió a dos fiestas en pisos y sancionó a una persona por “desobediencia a los agentes de la autoridad”.

Y es que las concentraciones de jóvenes y las fiestas en pisos son el gran caballo de batalla en este arranque del curso académico, puesto que, tal y como reconoce Gonzalo Muíños, “es algo muy difícil de controlar. No podemos hacer mucho más de lo que se está haciendo, como poner multas a los que orinan y beben en la calle. Vamos a seguir sancionando este tipo de comportamientos y haciendo presión con la presencia policial”, señaló.

El concejal volvió a insistir en que los jóvenes vienen de una época complicada, sin apenas interacción social, y “tienen muchas ganas de salir”.

COMPORTAMIENTO MUY EJEMPLAR DE LOS VECINOS AFECTADOS. Asimismo, destacó que “afortunadamente en Santiago no se están produciendo incidentes graves, ni peleas entre las personas que participan en esas reuniones multidudinarias, como está ocurriendo en otras ciudades españolas”, dijo el edil.

También valoró de forma positiva el comportamiento ejemplar de los vecinos que se ven afectados por el ruido y la suciedad que provoca la movida nocturna. “No está habiendo enfrentamientos entre los residentes y los jóvenes que están de fiesta en la calle y ese buen comportamiento es de agradecer”. En algunos lugares los antidisturbios ya han tenido que intervenir para disolver las multitudes.

Y es que en otros puntos de la geografía española los vecinos se están tomando la justicia por su cuenta, enfrentándose a los jóvenes, a los que incluso rocían con cubos de agua y mangueras o les lanzan huevos desde las ventanas. Incluso, en Barcelona hasta están organizando patrullas ciudadanas, en las que cortan la entrada de algunas calles e impiden el paso a la gente que acude a estos botellones al aire libre.

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Los vecinos no pueden más

··· Los residentes de la zona de Curros Enríquez están llegando a su límite, puesto que llevan muchas noches soportando el barullo de los universitarios que se reúnen en la calle de madrugada. Además, ahora los participantes en estos macrobotellones ponen música a todo volumen desde sus coches y no paran de hacer ruido con los motores de coches y motos.

··· El jueves pasado la noche fue muy complicado para estos vecinos, que denunciaron que había tal cantidad de gente que los vehículos no podían circular. Incluso una ambulancia tuvo dificultades para pasar por la calle debido a las aglomeraciones.

23 sep 2021 / 01:00
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