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ENTREVISTA
Javier Montenegro García, investigador principal del CiQUS. Desarrolla el proyecto ERC

“Cuento con un grupo excepcional de jóvenes investigadores: solo con ellos se alcanzan grandes objetivos”

Licenciado en Química y doctorado en la USC, en 2005 fue científico invitado en la Universidad de Cambridge. También trabajó en el Instituto de Investigación Scripps (California); y en 2009 se trasladó a la Universidad de Ginebra. Actualmente trabaja en el departamento de Química Orgánica de la USC y es investigador principal del CIQUS. Ha recibido varios de los premios internacionales más prestigiosos.

ARTURO REBOYRAS

Santiago

Es usted uno de los investigadores que desarrollan en Santiago un proyecto del Consejo Europeo de Investigación (ERC ), ¿en qué consiste?

Nuestro proyecto se basa en la aplicación de la química dinámica covalente en nuevos transportadores sintéticos para entregar biomoléculas de interés, como RNA, DNA o anticuerpos, en el interior de las células. Para preparar estos nanovehículos, usamos enlaces químicos que son sensibles a estímulos externos, y de esta forma podemos mejorar la protección de la molécula a transportar, así como su liberación controlada en el momento preciso. Además del carácter dinámico de nuestras nanopartículas transportadoras, la ventaja de nuestra metodología radica en que permite acceder a un gran número de posibles vehículos con muy poco gasto de tiempo y dinero. Las biomoléculas que queremos transportar son potenciales agentes terapéuticos cómo por ejemplo ácidos nucleicos o proteínas. El éxito de nuestros nanovehiculos para el transporte de a ARN mensajero, nos ha ayudado a conseguir el apoyo del Instituto de salud Carlos III para el desarrollo de nuestra tecnología como potencial vacuna de RNA mensajero contra la COVID-19.

¿Qué le ha llevado a plantearlo?

Nuestro proyecto ERC fue financiado en la convocatoria de 2015. La razón que me llevó a plantear este proyecto fue que en 2012, durante mi estancia postdoctoral en Ginebra, entendí de forma clara el enorme potencial que tiene la terapia génica para tratar enfermedades. La llegada de estas nuevas vacunas de ARN mensajero está solamente descubriendo la punta del iceberg del enorme potencial que encierra este nuevo campo que ya es una completa realidad. La terapia génica puede emplear ácidos nucleicos de acción transitoria, como el ARN mensajero, para corregir problemas o curar enfermedades. Sin embargo, existe una gran limitación, pues para poder emplearse de forma terapéutica, los ácidos nucleicos deben de entregarse en el sitio adecuado y en el momento preciso. Es aquí donde entra el potencial de la química para aportar soluciones diferentes y nuevos materiales que permitan que las grandes ventajas de la terapia génica se puedan extender a toda la sociedad. La química es la ciencia que nos permite diseñar y sintetizar nuevas moléculas que mejoren nuestra vida, y solo a través de la química conseguiremos crear nuevos materiales que permitan entregar estos ácidos nucleicos terapéuticos de forma más segura, más eficaz y más barata.

¿Qué financiación ha obtenido y cómo se distribuye?

El ERC nos financió esta idea con alrededor de un millón y medio de euros. Este dinero se distribuye entre personal, equipamiento y material fungible que necesitamos para trabajar en el laboratorio. Sin duda alguna, la mayor parte del presupuesto lo he dedicado a rodearme de un equipo humano de una calidad sin precedentes. He podido juntar a un grupo excepcional de jóvenes investigadores: solo con ellos se logran grandes objetivos. He de confesar que estoy tremendamente orgulloso de todas y cada una de las personas que han formado o forman parte actualmente de mi grupo de investigación, son los mejores y son ellos los verdaderos artífices de todos los grandes logros del grupo.

¿Cuánto empleo ha generado en Santiago?

Es difícil dar un numero preciso. Para el número total de investigadores de mi laboratorio también contribuyen otros proyectos de investigación tanto internacionales como nacionales. Conviene recordar que muchos estudiantes también reciben premios y contratos en base a sus méritos y a su trabajo. En cualquier caso, te puedo decir que desde que la consecución de este primer proyecto internacional mi grupo de investigación ha estado integrado por alrededor de 15 investigadores.

Háblenos de la calidad del empleo que generan las ‘grant’ ERC...

En los grupos de investigación, contamos con investigadores doctores asociados que tienen unos conocimientos muy avanzados y enormes capacidades. Más de la mitad de los alumnos que han pasado por mi grupo de investigación continúan con su carrera académica en diferentes instituciones internacionales o nacionales. Es totalmente prioritario incentivar nuevos mecanismos regulados que permitan estabilizar a este tipo de profesionales, que han demostrado una trayectoria científica excelente y que son clave para que podamos continuar siendo competitivos en Galicia. Es mucho lo que está en juego, e incentivar y garantizar su futuro es la clave para asegurar el de todos.

¿Qué beneficios en términos científicos o de formación aportan estos proyectos de investigación?

Todos. Este tipo de proyectos permiten tener libertad creativa total para investigar con una financiación suficiente para afrontar ideas de alto riesgo pero también con un beneficio muy alto. Además, el prestigio de estas ayudas permite atraer a los mejores investigadores, lo que refuerza a nuestros centros de investigación y nos da una visión distinta para encarar nuevos desafíos.

¿Y en términos industriales?

La misión de la Universidad es la de generar nuevo conocimiento y formar a jóvenes profesionales. Esta labor de investigación fundamental es clave y hay que resaltar que los tiempos en ciencia no son inmediatos. Sin embargo, la investigación fundamental debe estar orientada a revertir en la sociedad que la financia. Nuestro proyecto ha creado una nueva generación e vehículos para entregar ácidos nucleicos como el RNA mensajero. En estos momentos hay chicos preparados en mi grupo y en otros muchos grupos de investigación de Galicia que apuestan su futuro porque creen en el valor de nuestras ideas y nuestra capacidad para llevarlas adelante en forma de empresas spin off. Sin embargo, para que todo esto ocurra es necesario y urgente articular nuevas herramientas que incentiven de forma definitiva la inversión de capital público o privado para consolidar este tipo de tecnologías y crear estas empresas derivadas de los grupos de investigación. Las inversión es arriesgada pero el potencial beneficio ya está fuera de toda duda y merece la pena arriesgar, los ejemplos están ahora más claros que nunca.

¿Cuál es el impacto económico de su proyecto?

La inversión en investigación es rentable a corto, a medio y a largo plazo. A corto plazo, esta inversión permite a los grupos reforzarse y competir a nivel internacional para conseguir mejores proyectos, personal e instrumentación científica, lo cual retroalimenta el sistema científico en un circulo virtuoso. En el medio o largo plazo, esta investigación permite la creación de polos de atracción de talento y de empresas de alto valor añadido. Los ejemplos los tenemos delante.

¿Y qué reporta a una ciudad como Santiago?

Las sociedades y culturas que tienen la ciencia como prioridad siempre prosperan. Es importante recordar que los jóvenes formados en proyectos de alto riesgo serán profesionales de altas capacidades y que siempre quedarán vinculados a las ciudades donde han realizado estos estudios. La creación de empresas derivadas de nuevo conocimiento genera empleo estable y de calidad. Precisamente en estas circunstancias que nos toca vivir, queda claramente de relevancia el altísimo impacto positivo en todos los aspectos que resulta de la inversión bien ejecutada en ciencia.

¿Cree que la sociedad es consciente del importantísimo trabajo que realizan los investigadores?

Parece que la sociedad está cada vez más convencida de la importancia de la ciencia para afrontar los retos a los que nos enfrentamos y generar empleo de calidad. Las empresas detrás de las actuales vacunas de RNA son un ejemplo muy claro del riesgo beneficio. Sin embargo, es importante que esta sensación no sea pasajera y que la importancia de cuidar e incentivar toda la ciencia no se olvide rápidamente en un futuro. La Ciencia no es una varita mágica para solucionar un problema concreto en un momento determinado, la ciencia solo busca la verdad. Sin embargo, todos los avances de los que disfrutamos, desde la luz eléctrica hasta internet, son fruto de la ciencia básica y las sociedades inteligentes que saben invertir bien en Ciencia poseen la tecnología líder y por lo tanto prosperan. Sin embargo, para que pueda dar sus frutos, la ciencia hay que cuidarla todos los días.

A nivel profesional, ¿qué le preocupa más en este momento?

Me preocupa mucho que los jóvenes estudiantes de doctorado no vean en la Ciencia un futuro profesional seguro. Podemos y debemos cambiar esto todos juntos. Es fundamental que las mejores mentes que ahora comienzan su desarrollo estén muy motivadas y bien dirigidas. No me cansaré de repetir esto, de ellos depende nuestro futuro. Existen grandes retos para la humanidad, los recursos naturales, la energía, los océanos, la salud, etc. La única solución justa a estos retos pasa por combinar solidaridad y ciencia.

03 may 2021 / 01:00
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