Culpable de asesinato Santiago Cepeda por acabar con la vida de su sobrino

Santiago. El tribunal del jurado ha declarado a Santiago Cepeda culpable del asesinato de su sobrino, al considerar que no tenía afectadas sus capacidades en el momento de cometer el crimen. La lectura del veredicto tuvo lugar la tarde de este martes en la Sala Sexta de la Audiencia Provincial, con sede en Santiago, donde en las últimas semanas se celebró el juicio (a puerta cerrada por decisión del tribunal) por la muerte del pequeño Marcos, de tres años, el 21 de septiembre de 2020 en la casa familiar de Santiago Cepeda, situada en el casco histórico compostelano.

La Fundación Amigos de Galicia, personada como acusación particular, y la Fiscalía, solicitaban prisión permanente revisable para el cusado de un crimen que causó gran conmoción en la ciudad por afectar a una familia muy conocida y apreciada.

Tanto el Ministerio Público como la Fundación Amigos de Galicia consideran a Santiago Cepeda culpable de un delito de asesinato al estimar que el autor actuó con alevosía; es decir, sabiendo que el pequeño no podría defenderse.

La defensa, que está representada por el abogado compostelano Evaristo Nogueira, incidía en los problemas de salud mental de su defendido, quien sufrió un tumor cerebral que le ha obligado a pasar en varias ocasiones por el quirófano. Además, señaló en su día que en el momento del suceso atravesaba serios problemas de salud mental y que no fue consciente de lo que estaba haciendo cuando acabó con la vida de su sobrino aquel fatídico 21 de septiembre de 2020, asfixiándole en una de las dependencias de la casa familiar, donde había otras personas.

EN TEIXEIRO. Tras su ingreso en la prisión de Teixeiro, Santiago Cepeda ha permanecido durante largas temporadas en la enfermería del penal y estuvo bastante tiempo sujeto al protocolo antisuicidios. Cabe recordar que ni los padres del pequeño ni nadie del núcleo familiar presentaron cargos contra el acusado, y que solo se personó en la causa la Fundación Amigos de Galicia. La defensa, por su parte, sostuvo desde el principio que los hechos se produjeron como consecuencia del brote psicótico que sufrió Santiago Cepeda.

La muerte del niño se produjo por sofocación, es decir, por oclusión de las vías respiratorias. En este caso, nariz y boca, tal y como se confirmó en la autopsia. El cuerpo del pequeño presentaba golpes muy superficiales en el cuello y la cabeza, por lo que no resultaron relevantes en el esclarecimiento del crimen.

Los hechos se produjeron cuando el presunto autor y tío del menor se encontraba al cuidado de, al menos, el niño y una de sus hermanas, también menor. Él había quedado encargado de sus sobrinos hasta que llegasen los padres a recogerlos, en concreto su progenitor, Marcos López. Una vez que el padre llegó no fue capaz de localizar en el interior de la vivienda al pequeño Marcos, donde también se encontraba la abuela.

Finalmente lo encontró en una estancia que tenía la puerta cerrada, que tuvo que derribar, y allí estaba su cuñado con las manos situadas sobre el cuello del menor. Tras comprobar que el niño no respiraba, llamó al personal policial y sanitario, que solo pudo confirmar el fallecimiento de la víctima.