Culto al Apóstol Santiago en la ciudad de Buenos Aires
sobre el culto al Apóstol Santiago en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
1. Percibimos su existencia el año 2009 cuando, para pronunciar conferencias en la Asociación Médica Argentina; en la Universidad de Ciencias Empresariales-Sociales y en el Instituto de Cultura Gallega, dependiente del Centro Gallego, patrocinador, entre otras cosas, de un importante hospital, viajamos a dicha ciudad descubriendo en ella, ocasionalmente, la iglesia de San Ignacio, sita en el cruce de las calles Bolívar y Alsina, inmediata a la super céntrica Plaza del 1 de Mayo, donde radican la Catedral Metropolitana, el Palacio Presidencial y Casa del Cabildo, institución colonial del siglo XVI que fue sede del Gobierno Municipal, de la Real Audiencia y de otras instituciones.
2. Dicha iglesia, de estilo barroco, tiene fachada porticada que flanquean sendas torres (figura 1) y en ella puede verse una inscripción en placa de bronce que afirma haber sido construida el año 1722. Dice así: “Al templo de San Ignacio, el más antiguo de la capital, oratorio de argentinos ilustres que, en el anexo Colegio de San Carlos, aprendieron Ciencia, Libertad y Religión; cuna de la Universidad de Buenos Aires y de la Sociedad de Beneficencia, ofrecen los feligreses en el 2º centenario de su inauguración este homenaje de piadosa y patriótica veneración. 1722 - 31 de julio - 1922”.
3. De planta cruciforme, nos sorprendió ver que en el brazo Norte del referido templo había un monumental altar cuyo retablo, en madera policromada e integrado por tres cuerpos superpuestos (Figura 2), estaba presidido por una estatua del Apóstol Santiago en tamaño más/menos natural lo que afirmaba, inequívocamente, su advocación. El cuerpo superior, encimado por una estrella radiante, luce, bajo corona real y pabellón de armiño, el escudo de Galicia (cáliz con hostia y siete cruces), detrás del que asoma, acolada, la Cruz de la Orden Militar de Santiago y dos lanzas en aspa; el cuerpo medio tiene un camarín de doble profundidad enmarcado en un espacio que limitan un arco rebajado sostenido por un entablamento que soportan tres pares de columnas de orden compuesto, el cual luce, como adornos atinentes, seis pequeñas cruces de Santiago, cada una acompañada por dos conchas de vieira.
En el referido camarín, como protagonista, la imagen sedente del Señor Santiago, copia del que preside el Altar Mayor de su Catedral, en Compostela: viste como lo hacían sus peregrinos, túnica talar y esclavina, adornada esta, en su zona pectoral, con las típicas insignias de dos báculos cruzados y sobre ellos conchas de vieira, indicadoras de aquellos que habían cumplido ya la peregrinación. Lleva en la mano izquierda un largo báculo de cuyo extremo superior cuelga una calabaza y en la derecha, para que no haya dudas, un pergamino donde puede verse la inscripción latina que, traducida al español, dice: Santiago el Mayor, defensor de toda España y su Patrono.
El cuerpo inferior o predela, en cuyo centro vemos el sagrario, ornado con imagen de la Virgen María, muestra 6 escenas en formato cuadrilátero, doradas, una de las cuales alude a la peregrinación jacobea (escarcela sobre dos báculos cruzados); otra contiene insignias psrelaciales (cruz profesional, báculo con voluta, mitras) y las 4 restantes tienen contenidos bélicos en forma de armas blancas ofensivas y defensivas, en clara alusión a la Batalla de Clavijo, librada en aquel lugar del Noreste de la Península Ibérica (región de la Rioja) donde, el año 844, las tropas del Rey Cristiano D. Ramiro I vencieron, con la ayuda milagrosa del Santo Apóstol, visible en el cielo sobre un caballo blanco, a las musulmanas de Abderramán II, circunstancia que fue agradecida por D. Ramiro proclamando al Apóstol como patrón de España.
4. Sabemos que el altar reseñado lo hizo en Compostela, el año 1760, José Ferreiro Suárez, genial imaginero, natural de Noia e hijo político de Gambino, otro ilustre artista. Juntos realizaron obras de primerísimo nivel tanto talladas en madera como esculpidas en piedra. Buen ejemplo de estas últimas y, visibles para todos, son las que escenifican la antes citada Batalla de Clavijo en el centro superior de la fachada del llamado Palacio de Rajoy, que forma el lado Occidental de la Plaza del Obradoiro.