Daesh ordena atacar iglesias en España y Santiago vuelve a ser objetivo potencial

“Efectivamente, 2021 es un año que se considera potencialmente peligroso y se trabaja con la posibilidad de que pudieran llegar a España algunos de los terroristas del Daesh que en los últimos meses están regresando a Europa”. Una fuente de los servicios de Información que se ocupa de el terrorismo yihadista confirmaba de esta forma a EL CORREO GALLEGO una información publicada el pasado domingo en La Razón en la que se alertaba de la posibilidad de que islamistas radicales pudieran atacar iglesias y patrullas uniformadas, siguiendo instrucciones recibidas por los dirigentes del Estado Islámico.

En este escenario el papel de Santiago de Compostela vuelve a tomar fuerza como objetivo potencial al convertirse este Año Santo en el centro de la cristiandad. El hecho de que estemos inmersos en una pandemia no parece frenar las amenazas yihadistas, de acuerdo con informaciones que manejan los efectivos antiterroristas españoles.

“Desde los atentados de Barcelona y Cambrils, el 17 de agosto de 2017, nuestro país no modificó su situación de alerta nivel 4”, añade otra fuente conocedora de las amenazas de los seguidores del Estado Islámico. España está en el punto de mira y la presencia de yihadistas en nuestro país no se reduce. Un dato lo avala: “en 2020 y a pesar del confinamiento y las restricciones provocadas por la COVID, hubo 23 operaciones contra individuos directamente vinculados con estos movimientos”.

En lo que llevamos de año ya se produjo un importante operativo en Cataluña con la detención de tres personas vinculadas con movimientos terroristas: un marroquí y dos libios que entraron en España camuflados entre los numerosos inmigrantes que llegan a Europa a través de nuestras costas. Al menos dos de estos sujetos habían combatido en Libia, Siria e Irak a las órdenes del ISIS y se les considera como terroristas retornados (Foreing Terrorist Fighter. FTF). También se apresó a un converso español que estaba dispuesto a “pasar a la acción armada”.

Los efectivos antiterroristas manejan información “bastante precisa” de que estos FTF tendrían el cometido de, una vez instalados en nuestro país, formar células con ciudadanos árabes radicalizados e instruirlos para que cometan atentados.

Este lunes los Mossos activaron los protocolos de alerta máxima al tener conocimiento de que un joven magrebí, S.H., que había sido puesto en libertad por un juez tras ser detenido por atentado a un agente de la autoridad, grabó un mensaje amenazante que colgó en redes sociales advirtiendo de que iba a atentar en España. Finalmente volvió a ser apresado.

AMENAZAS DIRECTAS EN MENSAJES. Estas alertas también llegaron a Galicia, y más concretamente a Santiago, donde desde hace unos meses se está estrechando el control sobre los extranjeros que llegan de países en conflicto como Siria, Libia, Irak o Afganistán junto a individuos que procedan del Magreb.

Compostela y el apóstol Santiago aparecen citados en algunos de los mensajes intervenidos que, a través de las redes sociales, se lanzan entre colectivos radicalizados asentados en España. También se detectaron, de acuerdo con fuentes policiales, mensajes de cabecillas del Daesh aleccionando a los terroristas retornados con la intención de llevar a cabo atentados aprovechándose de la situación provocada por la pandemia actual.

La Razón informaba, citando también a responsables de la lucha contra el yihadismo en España, que “se ha contemplado la posibilidad de que envíen (el Daesh) a personas infectadas y que se paseen por diversos lugares del país elegido como objetivo”. Una posibilidad sobre la que las fuentes policiales que operan en Galicia consultadas por EL CORREO se limitan a decir que “no se descarta nada, por desgracia”