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“Depender de una silla de ruedas no impide para nada hacer el Camino”

Gemma Porca, que recorrió más de trescientos kilómetros desde Oviedo, publicará una guía de establecimientos adaptados // Le gusta ir sola para sentir la naturaleza

Gemma Porca tiene 47 años y desde 2013 se mueve en silla de ruedas. Nació en Cabanas pero reside en Oviedo, y aprovechó las fiestas navideñas para completar el Camino desde la capital asturiana. Durante cinco etapas recorrió más de trescientos kilómetros. Llegó el 2 de enero, pero se ha tomado unos días descanso en la capital gallega, que ha aprovechado para visitar a la familia que tiene en Sada. Durante el recorrido hasta Santiago ha ido recopilando información de alojamientos, restaurantes, cafeterías y tiendas accesibles y adaptadas para personas que están en silla de ruedas o tienen dificultades de movilidad.

“Quiero publicar una guía que sea útil para las personas que piensan que por el hecho de estar en silla de ruedas no pueden hacer el Camino. Y no es así. En mi caso, el año pasado hice el Camino Portugués en una silla manual, y ahora lo hice en una eléctrica. Yo sigo para adelante y lucho cada día”, afirma Gemma, quien, pese a la actual situación sanitaria, tenía claro que quería volver a completar la Ruta Jacobea. “Mi intención es publicar esta guía y abrir un blog en el que se recoja una relación de establecimientos adaptados a las personas con problemas de movilidad. Y si lo vas dejando, lo vas dejando... al final no lo haces. Y me dije, lo tengo que hacer sí o sí”, señala.

No obstante, destaca que durante el recorrido ha tenido que vivir “momentos duros”, dado que muchos tramos no están preparados para personas que se mueven en silla de ruedas. “He tenido dificultades en muchos pasos de peatones y en zonas del Camino en las que no podía meterme, y tuve que hacer varios recorridos por carretera”, relata Gemma, quien destaca especialmente “lo maravillosa que es toda la gente” que se encontró a lo largo de las distintas etapas desde Oviedo hasta Compostela.

“Fueron muchísimas las personas que me ayudaron a encontrar un sitio en el que quedarme por las noches, teniendo en cuenta que muchos albergues públicos estaban cerrados. La noche de Fin de Año me dejaron quedarme en un hotel totalmente adaptado y en otra jornada un taxista me buscó un alojamiento en Arzúa. A lo largo del recorrido han sido muchas las personas que me han ayudado de una u otra manera”, subraya.

Asimismo, tal es su idilio con el Camino –antes del accidente en 2013 hizo varios itinerarios– que ya está preparando su próximo viaje a través de la Ruta Jacobea: “Este mismo año tengo la intención de hacer el Camino Inglés”. Y como es habitual lo hará sola. “Mucha gente prefiere hacerlo en grupo, pero así no sientes el sonido de la naturaleza. Yo siempre lo he hecho sola. Soy muy religiosa y siempre me ha atraído la historia del Camino. Además, en cada etapa siempre aprendes algo nuevo, algo diferente. La Ruta Jacobea te ayuda a encontrarte a ti mismo”, señala Gemma mientras aguarda para entrar en la Catedral.

Y entre sus otros viajes pendientes enumera una visitas a Lourdes, un recorrido por la Ruta Teresiana en Castilla y León y una visita a la casa natal Santa Gema Galgani.

Personas con problemas de movilidad se animan a recorrer los distintos itinerarios y superar barreras
El italiano Pietro Scidurlo completó la Ruta hasta en cuatro ocasiones en una bicicleta adaptada

Santiago. En el año 2019, el último que no ha estado condicionado por la actual situación sanitaria, en la Oficina de Acogida al Peregrino se entregaron 347.578 compostelas –récord histórico–. De esta cifra, el 51,15 % de las entregas se realizaron a mujeres. El desglose estadístico muestra, además, que a pie recorrieron el Camino 327.281 peregrinos (el 94,16 por ciento), 19.563 (5,63 %) lo hicieron en bicicleta, 406 (0,12%) a caballo, 243 (0,07 %) a vela (rutas marítimas) y ochenta y cinco (0,02%) en silla de ruedas, un dato que pone de manifiesto la excepcionalidad de este tipo de situaciones.

No obstante, son cada vez más aquellos que encaran el Camino como un reto de superación. En este sentido, el italiano Pietro Scidurlo es el autor de Il Cammino di Santiago per tutti (El Camino de Santiago para todos), la primera guía europea para personas con discapacidad. Con una bicicleta adaptada (handbike), Pietro ha hecho cuatro veces el Camino y de su experiencia ha nacido este libro, con el cual busca ayudar a otros peregrinos como él a descubrir un recorrido sin barreras físicas o arquitectónicas. “Esta guía es especial porque, a diferencia del resto, contiene tres recorridos para poder llegar a los diferentes tipos de caminantes. Un itinerario original, peatonal; otro completamente asfaltado, lo más seguro posible y cercano al camino original y, por último, un itinerario accesible, con toda una serie de puntos de interés en el recorrido”, describía el propio Pietro Scidurlo para la agencia Rome Reports tras saludar al papa Francisco en un acto en el Vaticano. Además de publicar este libro, Pietro, que usa silla de ruedas, formó junto a otros amigos la asociación Free Wheels Onlus, que entre otras acciones presta bicicletas adaptadas a discapacitados que no puedan comprar una.

“Salir de casa y hacer el Camino es una gran forma de superar las barreras y afrontar la vida”, añade Pietro, que hace unos años también completaba la Vía Francigena que lleva hasta Roma. Lo hizo en handbike tras una secuencia de 16 días de peregrinaje desde la región de Lombardía, en el norte de Italia.

13 ene 2021 / 00:00
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