Dudas ante los embudos que se pueden formar en el Hórreo
La cercanía del renovado paso elevado, a raíz de los semáforos, provocará que los vehículos tengan que detenerse en la rotonda
Después de un año de espera por unos trabajos que se prolongaron más de lo planteado, la reurbanización del Hórreo, en la calle frente a la futura estación de tren en altura, está próxima a terminarse. Sin embargo, ese nuevo modelo preparado ya plantea dudas a muchos compostelanos, especialmente a los que deben atravesar en coche por este punto.
Esta zona sirve para canalizar gran parte del tráfico que parte del centro en dirección a las salidas de la ciudad, así como para todo aquel que quiera entrar a la Intermodal con su turismo. Por lo tanto, supone uno de los lugares con mayores problemas de circulación de la capital gallega, especialmente a primera hora de la mañana y al mediodía. Múltiples son los pitidos o discusiones que se producen entre los pilotos, por lo que la nueva ordenación plantea ciertas dudas.
En este sentido, la proximidad del paso elevado con prioridad peatonal suscita cierta controversia, una vez se decidió que resultaba primordial la colocación de semáforos para proteger a los viandantes de los coches. De este modo, entre el punto de detención y la glorieta hay espacio tan solo para un único automóvil, o dos si son de pequeño tamaño.
Teniendo en cuenta la gran cantidad de coches que necesitan esta rotonda, ya se teme por los embudos que, previsiblemente, se podrán generar durante el tiempo que se habilite el cruce de peatones. Si ya actualmente se han incrementado los atascos, como consecuencia de las obras y también del cierre de la entrada sur hacia la terminal ferroviaria, la situación se podría tornar a peor una vez se acaben con todos los trabajos y se abra la calle.
En esta línea, la glorieta podría suponer el punto de parada de la gran mayoría, evitando la salida de aquellos que bajan por la vía frente al Parlamento de Galicia, así como a los que acceden desde la SC-20. Precisamente, los problemas que podrían llegar a esta circunvalación son los que más preocupan, puesto que se trata de una carretera principal y que no está pensada para la parada de ningún vehículo.
Así, algunos compostelanos han trasladado su preocupación a este periódico, ya que si ciertas jornadas, con un apartado especial para los viernes, la fila de automóviles ya roza la SC-20, no se quieren imaginar lo que podrá pasar cuando se coloquen las señalizaciones luminosas.
En todo caso, más allá de la apertura total del Hórreo, con la polémica en el aire, todavía quedaría pendiente una futura actuación en esta vía, ya que la rotonda provisional frente a la subida hacia San Pedro de Mezonzo, que sí ha encontrado el beneplácito de la mayoría, pasará a ser definitiva cuando se apruebe su contrato de obras.
··· Una vez se aprobó la modificación del proyecto para la adquisición de los semáforos y los bolardos, con un presupuesto de unos 34.000 euros, el alcalde Xosé A. Sánchez Bugallo estableció un plazo de dos meses y medio para su puesta en marcha, aunque esperaba no agotarlo. En esta línea, mientras se acerca la finalización del primer mes, la Brigada de Obras, encargada ahora de su colocación, ya ha instalado los puntos en los que irán las luces semafóricas.
··· Mientras tanto, la vía permanece con un carril cortado por lado y el paso, aparentemente, prohibido para los peatones. Sin embargo, desde hace unas semanas, las vallas están movidas y cada vez son más los que atraviesan por las plataformas elevadas, provocando sustos diarios ante posibles atropellos. Pasando por el cruce, queda claro que ni conductores ni viandantes conocen las normas que rigen actualmente esta novedosa área reurbanizada.