Descubriendo el Camino Miñoto
Un grupo de 150 peregrinos llegará mañana a la plaza del Obradoiro tras completar los últimos cien kilómetros de esta ruta que acaba de lograr la declaración xacobea // Proceden de distintos puntos de Galicia y lo han hecho en siete etapas quincenales desde Castro Laboreiro
La labor de varias asociaciones dedicadas al Camino Miñoto/Ribeiro ha dado sus frutos, y días atrás esta ruta lograba la declaración xacobea que lo convierte en un itinerario oficial con el que obtener la Compostela tras recorrer cien kilómetros del trayecto que atraviesa parte de las comarcas de la Baixa Limia, Terra de Celanova y O Ribeiro en dirección a Compostela. Un itinerario del que ya hay documentación del siglo XVIII, que parte de Braga, en Portugal, y llega a la capital gallega siguiendo el trazado de la Vía Nova romana, con entrada por Ourense en la frontera de Portela do Home, para atravesar los concellos de Lobios, Entrimo, Castro Leboreiro, Melgaço, Padrenda, Pontedeva, Cortegada, Arnoia, Ribadavia, Beade, Leiro, Boborás, Beariz, Forcarei, A Estrada y Vedra, con destino Santiago.
Casi en su estreno oficial como ruta xacobea llegará mañana a Compostela un grupo formado por 150 caminantes de distintos puntos de Galicia que lo han venido recorriendo por etapas quincenales desde el pasado 10 de febrero, en una iniciativa puesta en marcha por Rutea, una empresa ourensana creada por Roi Barcala y centrada en el senderismo y los viajes organizados.
"Nos apetecía hacer un Camino que fuese más natural, más en contacto con la naturaleza, y huir un poco de lo que hace la mayoría. Casualmente encontramos el Camiño Miñoto/Ribeiro a través de las redes sociales y lo investigamos", explica Roi, quien tras contactar con algunas asociaciones que lo promovían decidieron preparar la Geira dos Arrieiros, una peregrinación a la que se apuntaron doscientas personas.
"Es una ruta maravillosa, con solo 3 o 4 kilómetros de asfalto por etapa, a excepción de la última, y todavía no está nada explotada. De hecho, está prácticamente sin infraestructuras y con apenas sitios para dormir; no te cruzas con nadie", señala Roi, que afirma que "es sin duda uno de los Caminos más bonitos, con paisajes especialmente chulos como los del Xurés o el Ribeiro".
El itinerario de 240 kilómetros da la oportunidad de disfrutar de la naturaleza y de ver muchas capillas dedicadas a San Roque y al apóstol Santiago, así como numerosos balnearios, aunque Roi cuenta que "esta vez nosotros solo hicimos los últimos 150 kilómetros desde Castro Laboreiro, que es la séptima etapa".
Recuerda como especialmente complicada "la zona de Pazos de Arenteiro y Val Miñor, porque hay un desnivel que te obliga a subir unos ochocientos metros. Además, nos coincidió en un día muy caluroso y resultó un poco difícil para muchos del grupo".
Aún así, afirma que "merece la pena hacer esta ruta", que el grupo concluirá el domingo en la praza do Obradoiro, tras recorrer la última treintena de kilómetros desde A Estrada. "Con diferencia es la menos bonita de todas porque tiene mucho asfalto y atraviesa urbanizaciones, polígonos, autopistas...", dice, "por lo que será un poco paliza, la verdad, pero llegar a destino y ver la Catedral lo compensará todo".