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El gallardete de Lepanto recupera sus colores y un trono en la Catedral

Tras una intensa intervención en Madrid, la bandera de 17 metros de largo que navegó con Juan de Austria vuelve a tener esplendor ·· Hoy se estrena la sala en la que se exhibirán permanentemente sus emblemas de la Liga Santa

Hasta ahora únicamente se podía ver en la novena al Apóstol colgada de la nave central de la Catedral. Se trata del Gallardete de Lepanto, una bandera de 17 metros de longitud pintada al temple que ondeaba en la Nao Capitana cuando la Santa Liga ganó la batalla de Lepanto en el Mediterráneo, en octubre de 1571.

A partir de las 13.30 horas de hoy, sin embargo, el Museo de la Catedral estrenará una nueva sala (justo al lado de los balcones que dan a la Plaza del Obradoiro) recién rehabilitada, en donde se mostrará esta insignia de manera permanente y con todo su esplendor.

Y es que, como explica Ramón Yzquierdo, director técnico conservador del Museo, aunque se exhibía en alguna ocasión, "no se podían ver sus dibujos porque se le puso un forro de color gris en una actuación que se hizo en torno a los años 20". "Ahora, que se lo hemos quitado, hemos visto que el tejido de lino que forma el gallardete es tan fino que los dibujos de vivos colores se pueden apreciar por ambas caras".

El gallardete está ornamentado con el escudo del águila bicéfala de don Juan de Austria, acompañado de las armas de las naciones cristianas que participaron en la batalla. "Llama la atención que se pinte con esta icografía", comenta Yzquierdo. "Se hacía así para dar un poco de miedo a los rivales. Tiene los emblemas de la Santa Liga: la escena de Cristo Crucificado entre la Virgen y San Juan, y también aparece la figura del Apóstol", dice el técnico.

Don Juan de Austria, hijo ilegítimo de Carlos V y hermanastro de Felipe II, fue el que capitaneó los barcos de la Santa Liga, y envió esta bandera, entre otros estandartes, pendones, armas y armaduras, como ofrenda al Apóstol. Hoy sólo se conserva en la Catedral la bandera, "que era la pieza principal, aunque otros objetos se encuentran en la Catedral de Toledo".

La de Lepanto fue una de las contiendas más grandes de la Historia. De un lado, estaban España, Venecia, Génova y la Santa Sede del Papa Pío V, unidos en lo que se llamó la Liga Santa. Y, de otro, los turcos, cuyas expansiones por Europa en esa época eran vistas como la amenaza de un hipotético imperio religioso musulmán. Los españoles enviaron 90 galeras, 50 fragatas y bergantines, y 24 naves de servicio a la lucha. Y, entre sus combatientes, estaba un joven Miguel de Cervantes, que saldría de esta batalla, a los 24 años, con su brazo izquierdo totalmente inutilizado, por lo que se le empezó a llamar "el manco de Lepanto".

. local@elcorreogallego.es

UN EXPOSITOR CON MUCHA HISTORIA

Poca luz y control climatológico

La sala que se estrena hoy estaba en muy mal estado. El equipo de especialistas formado por Ramón Pinal y María García Alén se encargaron de reformarla. El resultado es una habitación en la que "el trabajo no se ve, pero las vitrinas están hechas a medida, las paredes se han panelado con materiales especiales para evitar la humedad, la luz es tenue para no dañar las obras, y hay también un control climatológico continuo", explica Ramón Yzquierdo. Ellos también idearon el soporte en el que descansa el gallardete, que es "como un tobogán que permite la caída natural de la tela. Su especial disposición permite ver cinco metros de dibujos por un lado y otros cinco por otro. La tela suma 17. No se puede mostrar todo, pero se exhibe lo más ancho", explica Yzquierdo. Y, además, "esto asegura que el gallardete tendrá así sus mejores condiciones de conservación", objetivo que el Museo venía buscando desde el Año Santo 1999 sin conseguirlo por falta de presupuesto. En la sala se verán, además de vestiduras históricas, un curioso conjunto de tejidos medievales .

Los datos

El restaurador publica cómo trabajó la tela

·· Para la restauración, el gallardete fue trasladado al taller privado de Guillermo Fernández, en Madrid. Hoy, con la apertura de la nueva sala, se repartirá un folleto en el que se explica su historia y el proceso que se siguió en su rehabilitación.

Costó 30.000 euros recuperar la obra

·· Caja Duero se hizo cargo del coste de la rehabilitación de la nueva sala y del gallardete. Esto último costó 30.000 euros y cuatro meses de trabajo. Hubo que eliminar varios parches que le habían puesto a la tela.

También está esta reliquia medieval

·· Casi de casualidad se encontró en el año 1998 dentro de la urna relicario de Santa Susana un conjunto de telas medievales. "Proceden de Asia y son muy raras e importantes para los expertos". Algunas también se muestran en esta sala .

17 sep 2009 / 22:05
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