¿A qué espera Raxoi para nombrar Hijo Adoptivo a Darío Villanueva?

Recientemente la Corporación compostelana hizo entrega de diversos y merecidos galardones, como fueron el reconocimiento de Alcalde de Honra al asesinado Ánxel Casal, así como los de Hijos Predilectos y Adoptivos a una serie de personalidades como los artistas Bibiano y Benedicto, la escritora Xohana Torres, la periodista Begoña Caamaño, y el poeta Federico García Lorca.

También aprobó la retirada de toda una serie de medallas de oro concedidas a distintos políticos que desempeñaron sus cargos durante el franquismo, así como una modificación de la ordenanza de títulos, honras y condecoraciones, para regular la concesión de las mismas.

Pero en esta relación de galardones y reconocimientos se echa en falta un nombre importante, una persona que no solo ha destacado por su trayectoria profesional, sino que además ha desempeñado un papel fundamental en la promoción internacional de Compostela.

El catedrático Darío Villanueva Prieto, que recientemente ha renunciado a su puesto como director de la Real Academia Española de la Lengua, ha dejado una destacada impronta en la capital de Galicia, ciudad en cuya universidad ha desempeñado durante ocho años el puesto de rector.

Dos mandatos en los que coincidió la celebración del quinto centenario de la institución educativa, una ocasión que Villanueva supo aprovechar con el lema Gallaecia Fulget (Galicia brilla), para promocionar la institución educativa y la ciudad que la acoge, con una amplísima programación que difundió la imagen de Compostela en todo el mundo.

Por otra parte, también durante el Año Santo de 1993, que supuso un punto de inflexión en el fenómeno Xacobeo, desde el rectorado compostelano se impulsó asimismo la creación del Grupo Compostela de Universidades, una asociación sin ánimo de lucro que agrupa a más de sesenta universidades de todo el mundo, y que tiene como objetivo la promoción y ejecución de proyectos de colaboración interuniversitaria. Además, desde el año 1996, y en colaboración con la Consellería de Cultura, se impulsó también el Premio Internacional Grupo Compostela-Xunta de Galicia, que consiste en una recompensa en metálico y una medalla con forma de vieira, en alusión a la peregrinación.

Esta destacada labor de Darío Villanueva Prieto, que en su momento fue reconocida, entre otros galardones, con el nombramiento de Gallego del Año por el Grupo Correo Gallego en 2002, no ha encontrado reciprocidad en el Ayuntamiento de Santiago, a pesar de que cuando él era rector sí concedió la Medalla de Oro de la USC a la institución local por su apoyo al V Centenario.

Al frente de la Real Academia Española, institución a la que pertenece desde 2007, y en la que accedió al cargo de director desde 2014, cabe destacar su enorme contribución a su modernización y decidida apertura del organismo hacia la sociedad.

Asimismo, Villanueva es miembro de la Asociación Internacional de Hispanistas, de la Sociedad Española de Literatura General y Comparada, de la que en la actualidad es presidente, de la Asociación Española de Teoría de la Literatura (Asetel), que presidió entre 1996 y 2001, de la Sociedad Española de Semiótica y de la Twentieth Century Spanish Association of America.

Además de ocupar diferentes cargos en la administración de la institución docente compostelana, como secretario y después como decano de la Facultade de Filoloxía, en la que impartió la docencia, Villanueva ha sido también profesor visitante en el Middlebury College (Vermont) en 1987; en 1988 y 1993 de la Universidad de Colorado en Boulder, a cuyo claustro pertenece desde 1989 en calidad de catedrático adjunto; y entre 1989 y 1991 de la Universidad de Borgoña (Dijon).

Como investigador, es autor de numerosos trabajos, entre los que cabría destacar su estudio sobre El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio; o los ensayos Estructura y tiempo reducido en la novela, Teorías del realismo literario, El Quijote antes del cinema, que fue el tema de su discurso de ingreso en la Real Academia Española de Lengua, o Imágenes de la ciudad: poesía y cine, de Whitman a Lorca, por citar algunos de sus trabajos.

Como queda claro, son méritos más que suficientes como para que la ciudad en la que realizó sus estudios universitarios, en la que desarrolló buena parte de su actividad profesional, y a la que contribuyó a promocionar e impulsar tanto desde el rectorado como desde la RAE, le devuelva parte de este entrega reconociéndole debidamente los méritos. ¿A qué espera el Concello de Santiago? Pocos galardones serían tan merecidos y despertarían más unanimidad entre toda la sociedad compostelana.