La fotografía más íntima

Más de seis mil personas visitaron desde mediados de marzo la muestra fotográfica de Andrea Costas, Persoal e transferíbel, en la Fundación Gonzalo Torrente Ballester, donde se clausuró ayer con excelentes críticas.

La propuesta de Andrea Costas encadena, a través de 320 fotografías, los resultados del trabajo de ocho voluntarios que, sumando su contribución a la de la autora, hacen posible que la cámara se convierta en un medio para almacenar y descifrar diferentes aspectos de sus vidas, instantes cotidianos y situaciones anodinas que se trataron como si fuesen esenciales.

Así, durante dos meses los nueve fotógrafos se dedicaron a documentar intensamente su vida cotidiana, con una media de mil imágenes cada uno, a fin de "dejar hablar por si mismo a quien normalmente es objeto de un discurso que lo manipula", según Andrea Costas, autora del proyecto, quien afirma sentirse muy satisfecha "de una obra de grupo, ya que formamos un conjunto heterogéneo, para mostrar otras tantas formas de vida así como nuestras diferentes maneras de relacionarnos".

El proyecto fue escogido y premiado en la tercera Bolsa de Creación Fotográfica, una iniciativa del departamento de Educación del Concello en colaboración con el Centro de Estudios Fotográficos de Vigo.

Ganadora en el año 2001 en Pontevedra del Certame de Artes Plásticas Novos Valores, Andrea Costas, señaló que su propuesta consistió en "reunir a un grupo de gente de lo más dispar para tener la oportunidad de hacer un reportaje de las vivencias convencionales y crear una memoria menos estipulada", convencida de que "los resultados de esta experiencia reflejan el cambio de concepción de la realidad que las nuevas tecnologías están generando en la sociedad".