Fuerte auge del alquiler turístico con apartamentos a 1.300 €... por semana

Muy atrás queda ya el auge del turismo de hotel donde las comodidades y las estrellas se medían en un pulso con la, casi siempre, apretada economía familiar. Ahora lo que se lleva es arrendar un apartamento para usufructo privado durante las vacaciones. Sin suplementos por cama extra y con la facilidad de poder cocinar en el interior, sin tener que recurrir a los gastos propios de almorzar de restaurante, en el mejor de los casos, o de bocata, si el presupuesto no da para más.

Compostela se ha unido a la moda de las grandes ciudades, donde los portales de internet especializados en poner en contacto a caseros e inquilinos son los que controlan el flujo turístico. Con una rápida busca en booking.es, una de las páginas web más utilizadas por los viajeros, el turista que está pensando en visitar Compostela se encuentra con algunos apartamentos que superan los 1.000 euros, por apenas seis noches de estancia. Uno de ellos se anuncia como Catedral View Apartament -la mayoría de estos anuncios están escritos en inglés -, está situado en la Rúa Nova, tiene capacidad para cuatro personas, cuenta con aire acondicionado, vistas a la ciudad y cuesta 142.18 euros la noche. La familia que quiera ocupar este alojamiento entre el lunes y el viernes de la próxima semana, se dejará, sumándole los impuestos reglamentarios, 1.014 euros.

Para quienes se puedan permitir ir más allá, existe una opción más lujosa, una casa con piscina, jardines, garaje, a cinco kilómetros de la Catedral y donde alquilar una habitación por seis noches cuesta 1.800 euros. Esta lista la finaliza un piso que, situado en la Avenida de Raxoi, ofrece una única habitación con cama de matrimonio por más de 750 euros la semana, a los que hay que sumarles cerca de 100 euros adicionales en calidad de impuestos y "gastos de la plataforma", que cobra el portal airbnb.es.

El cambio hacia un modelo turístico, mucho más rentable para los propietarios, está en pleno esplendor. La facilidad para poner los apartamentos a disposición de desconocidos que no tienen inconvenientes en gastar en una semana lo equivalente al alquiler de un mes, pone a los propietarios en una postura más que favorable que muchos aprovechan para hacer el agosto.

Esta situación ha puesto en pie de guerra a los propietarios de las agencias inmobiliarias compostelanas. Así, muchas de ellas se unieron el pasado año para crear la Asociación Galega de Inmobiliarias (AGALIN), una entidad dispuesta a defender los intereses de estos profesionales frente al crecimiento de lo que consideran una competencia desleal. Los empresarios exigen un mayor control fiscal a aquellos particulares que opten por anunciar sus viviendas en estos portales especializados y denuncian la delicada situación en la que quedan residentes y estudiantes, que, cada año, encuentran más difícil encontrar un piso de alquiler cuyo precio se adapte al bolsillo gallego.

En este sentido, Ángel Lorenzo, gerente de la inmobiliaria Best House Santiago, explica que los propietarios que opten por la alternativa vacacional, podrían ganar más dinero en apenas tres meses, que en todo un curso académico. Y destaca, "es mucho más rentable que alquilarlo por 500 euros al mes a un universitario".