Ryanair "contraataca" regalando vuelos a quien reniegue de Iberia
Repartirá billetes a los que acudan a una concentración con pancartas contra la compañía española ·· El enfrentamiento abierto arrancó al poco de anunciarse la llegada a Santiago de la aerolínea irlandesa
No se trata sólo de tener un buen producto, también hay que saber venderlo y, a la hora de ponerlo en el mercado, vale casi todo. Eso es lo que deben pensar los estrategas de marketing de la compañía irlandesa Ryanair, que a pocos meses del lanzamiento de la compañía de vuelos baratos en la que participa Iberia, que tendrá su base en Barcelona -la de Ryanair en España está en el aeropuerto de Girona-, ha decidido aprovechar el enfado de los clientes catalanes de Iberia después de la huelga salvaje del personal de tierra de la aerolínea española en El Prat. Quieren conseguir la mejor foto que se pueda soñar para una campaña publicitaria: miles de clientes descontentos de la competencia en manifestación, y para ello regalarán vuelos gratis a todos los que el lunes se concentren en la Plaza de Cataluña con una pancarta en la que expliquen por qué reniegan de Iberia y prefieren a la low cost irlandesa.
Será la enésima escaramuza de una guerra que se desató, de forma abierta, poco después de que Ryanair, ampliando la lista de sus destinos españoles, anunciase su intención de empezar a operar en el aeropuerto de Lavacolla. La respuesta de Iberia no se hizo esperar: al mismo tiempo que se denunciaba la política de subvenciones a las compañías denominadas de bajo coste por constituir competencia desleal con el resto de aerolíneas, la aerolínea española amenazaba con dejar de operar en aquellos aeropuertos en los que hubiese algún tipo de ayuda para empresas del tipo de Ryanair.
Desde esos primeros momentos de la polémica, Iberia ha cumplido tan solo en parte sus amenazas, al llevarse el vuelo de Londres a A Coruña y vender allí durante los primeros meses los billetes a precio de low cost tratando de hacerle la competencia a Ryanair. Después cambió de estrategia, con la puesta en marcha de su propia compañía de vuelos baratos, que empezará a operar en el mes de octubre, desde Barcelona y a destinos europeos.
PELEA POR EL MERCADO
Demostración de fuerzaTodas aquellas personas que acudan a la Plaza de Cataluña de Barcelona a las once de la mañana del lunes con una pancarta en la que expliquen por qué prefieren volar con Ryanair en lugar de con Iberia recibirán un bono para un viaje de ida y vuelta, para dos personas, con salida desde los aeropuertos de Girona o Reus.
Con la concentración, Ryanair estaría recogiendo los beneficios del caos que afectó a los clientes de todas las compañías, pero especialmente de Iberia, con la huelga salvaje del personal de tierra en El Prat a finales de julio. Y al mismo tiempo haría una demostración de fuerza de cara al futuro lanzamiento de Clickair .
LOS DATOS
1 La negociación llegó a buen puerto en eneroAunque las conversaciones entre el Ayuntamiento de Santiago y Ryanair se habían iniciado ya años antes, finalmente se alcanzó un acuerdo para que la compañía empezase a operar en Compostela en enero de 2005. La primera línea Santiago-Londres opera desde el 11 de abril.
2 Denuncia ante las autoridades europeas
A los pocos días de hacerse público el acuerdo, el presidente de Iberia lo tachaba de "impresentable" y anunciaba su intención de denunciarlo ante las autoridades europeas de competencia. También se hizo público en enero que la compañía estudiaba eliminar en los vuelos con bajo coste las líneas que no pasasen por Madrid o Barcelona.
3 Rebaja en los precios para poder competir
Pese a la primera reacción, Iberia empezó aplicar, en el mes de febrero, ofertas en sus vuelos equiparables a las del bajo coste, con billetes de ida y vuelta a Barcelona por treinta y cinco euros.
4 Incremento de la oferta con Roma y Frankfurt
En el mes de julio Ryanair hacía pública la puesta en marcha de dos nuevos destinos desde Lavacolla, a Roma y Frankfurt.
5 El traslado a Alvedro de Iberia la deja en solitario
En diciembre Iberia hizo efectivas sus amenazas, y decidió trasladar el vuelo diario a Londres que operaba en Lavacolla, a Alvedro. A finales de enero se hizo efectivo el traslado, con billetes a precios más propios de las compañías de bajo coste .