Ejército y Medicina preventiva
El ejército prevé que la normalidad no se alcance en un año o año y medio. Advierten de dos posibles oleadas de contagios de covid-19 a finales de este año y en invierno del próximo 2021.
En España, como desde hace décadas, se viene alimentando un antimilitarismo cretino por la izquierda y un pasotismo blandorro por la derecha, muy poca gente tiene idea de las potencialidades de las Fuerzas Armadas. Las FAS son una sociedad completa con una amplia cantidad de capacidades y diversos niveles de preparación en las más diferentes actividades, para lograr su deseada eficacia. Hay personas en primera línea y muchas otras detrás estableciendo las bases para que las actividades se puedan llevar a cabo con seguridad. Ello implica, hoy como nunca antes, una preparación científica y tecnológica muy alta. Pero siempre ha sido así. Un Ejército moderno, en el momento que sea de la historia, ha de estar al nivel tecnológico requerido y, si me apuran, un paso por delante. Son incontables las aplicaciones científicas militares que década tras década pasan al acervo civil. Desde Internet a los ultrasonidos por ejemplo, provienen de usos inicialmente militares, como tantas otras cosas. Decía, recientemente, el general doctor Antonio Conde Ortiz, inspector general de Sanidad que: “El instituto de Medicina Preventiva de la Defensa --Capitán Médico Ramón y Cajal-- ha elaborado documentos técnicos y recomendaciones para orientar la actividad de las fuerzas armadas en esta crisis en que el asesoramiento técnico está siendo la clave”. Por si se preguntan qué es lo que acredita al Ejército para hacer estas valoraciones les diré, a modo de ejemplo, que los tres grandes catedráticos del siglo XX de Medicina Preventiva en las Facultades de Medicina y Farmacia españolas han sido dos generales médicos: Alberto Palanca Martínez-Fortún (1888-1973) y Gonzalo Piédrola Gil (1907-1996), autor del Piédrola auténtica biblia de nuestra Medicina preventiva, obra monumental multieditada que continúa hoy de plena actualidad, y un coronel, Manuel Domínguez Carmona (1925-2018), siendo, los tres, académicos numerarios de la Real Academia Nacional de Medicina.
Este último, a quién dedicamos una misa con motivo de su reciente fallecimiento, fue muchos años catedrático de nuestra facultad y maestro del profesor Gestal y sus sucesores, como acredita el monumento adjunto que está en nuestra cátedra de Medicina Preventiva y que, como vemos, lo nombra como iniciador de la moderna Salud Pública en Galicia.