El antiguo vagón que ‘preside’ la estación se libra del desguace
Tanto el coche de viajeros como la locomotora serán restaurados a cargo del Adif // Aún se desconoce si seguirán en la misma ubicación
Después de la polémica abierta por el estado en el que se encontraba la sede de la Asociación Compostelana de Amigos del Ferrocarril (Acaf), el alcalde de Santiago anunció ayer que el gestor de infraestructuras de Renfe, Adif, le había comunicado que estudiará fórmulas para su rehabilitación.
Después de más de un año sin actividad debido a la pandemia, tanto el vagón, el famoso verderón, como la máquina 1.800 situada junto a él presentaban un aspecto claramente mejorable, que había llevado al alcalde a reclamar una solución o su retirada debida a la mala imagen que ofrecen. Especialmente ahora, cuando la estación está en plena fase de transformación para convertirse en intermodal.
Las declaraciones despertaron mucha polémica, especialmente entre los directivos de Acaf, que abrieron las instalaciones a la prensa para que se pudiera comprobar que mientras que el exterior presentaba algunos desperfectos, el interior estaba perfectamente conservado, e incluso custodiaba algunos elementos, como una maqueta ferroviaria que había sido objeto de muchas visitas de escolares y mayores.
También anunciaron que ya se habían puesto en contacto con una empresa para que elaborara un proyecto y un presupuesto para los arreglos necesarios.
Ahora, según informó ayer el alcalde, esta respuesta ya ha llegado en forma de ofrecimiento por parte de Adif para la recuperación de estos dos elementos históricos, y que a partir de ahora puedan ser visitados por los ciudadanos.
Como recordaba el presidente de la asociación compostelana, Carlos Abellán, la máquina era una de las primeras americanas que llegaron a Galicia para trasladar mineral desde Ponferrada.
Por su parte, el vagón, además de transportar pasajeros y pasar por diferentes categorías, de primera a cuarta, también fue vivienda y estuvo adscrito al servicio de mantenimiento que se encargaba de limpiar las vías de maleza y madera u otros elementos que pudieran entorpecer la marcha. Ambos fueron adquiridos cuando eran prácticamente chatarra, y restaurados por la asociación y un taller de empleo.
Lo que no está claro es si seguirán en la misma ubicación o se les buscará una alternativa. El actual terreno que ocupan está alquilado a Adif por los socios, que pagan una cuota anual de 25 euros.