El Concello espera sacar a concurso en quince días los dos nuevos multamóviles

El informe sobre la ley de protección de datos necesario para poder sacar a concurso los dos vehículos de control de estacionamiento del Ayuntamiento, conocidos popularmente como multamóviles, ya está solicitado. Así lo confirmó a EL CORREO GALLEGO el concejal de Movilidad, Gonzalo Muíños, que espera “que en dos semanas los podamos sacar la licitación”.

De este modo, las previsiones iniciales del Concello, que esperaba contar con estos nuevos dispositivos durante el primer trimestre del año, se van a retrasar un poco.

Fue una duda planteada por el grupo municipal del Partido Popular que planteó una pregunta en el consejo de administración de Tussa, la empresa pública que gestiona el servicio, lo que retrasó la puesta en marcha de este servicio. Y es que el PP consideró necesario confirmar que se va a cumplir con la ley de protección de datos, por lo que hasta que ese informe no esté listo no se podrán sacar a concurso.

Ambos vehículos se ocuparán principalmente de controlar los estacionamientos de las zonas de residentes y ORA, como el Campus Vida, “donde mucha gente saca un ticket, pero después no lo renueva. Queremos corregir ese tipo de conductas”, comenta Muíños. Los multamóviles son dos vehículos que contarán con un software que permite grabar las plazas de aparcamiento y emite directamente un informe a la Policía Local, que propone para sanción a los coches que excedan el tiempo de estacionamiento permitido o que estén en una plaza que no les corresponde.

Principalmente, con este mecanismo, sobre todo, se controlarán las áreas de residentes ya que el Ayuntamiento está detectando que suele haber bastantes infractores en este tipo de aparcamientos de la capital gallega, puesto que también les llegan muchas quejas de vecinos que protestan por este tipo de comportamientos incívicos.

FUNCIONAMIENTO. Esta clase de coches trabajan realizando recorridos por la ciudad y centrándose en aquellas calles que suelen ser más conflictivas a la hora de los estacionamientos. Cuando el coche se adentra en la calle, un agente tiene que pulsar en la pantalla del ordenador de a bordo la tecla que permite capturar imágenes.

A partir de ahí, el automóvil fotografía todas las matrículas de los vehículos aparcados en batería en uno de los márgenes. Si alguno sobrepasó el tiempo máximo permitido en esa zona, se emite una señal que identifica a los coches y la Policía Local envía las imágenes al móvil de la patrulla de zona para que sean ellos los que emitan la sanción con las fotos y matrículas identificadas.

En la pantalla queda registrada la hora a la que pasó por primera vez el vehículo de control de estacionamiento y cuándo volvió a hacerlo. Se trata de un mecanismo muy exacto. Además, hay la opción de dar parte a la grúa para que traslade el automóvil infractor al depósito municipal, ubicado en el polígono de Costa Vella.