El cuerpo de Charo Porto descansa en Boisaca junto a las cenizas de su hija

Los restos mortales de Rosario Porto descansan desde ayer en el cementerio de Boisaca, junto a los de su hija Asunta Basterra.

Tal y como adelantó en exclusiva este rotativo, el cortejo fúnebre partió a primera hora de ayer desde Ávila y llegó un poco antes del horario previsto, a las 13.10 horas, al camposanto compostelano, donde aguardaba un grupo de amigos, entre ellos su heredera, María Teresa Sampedro, su hijo Antón, y los abogados de Charo Porto, José Luis Gutiérrez Aranguren y Juan Guillán.

Pocos minutos después, la comitiva, formada por nueve personas, se acercó a pie, detrás del coche fúnebre, hasta la tumba de los abuelos de Rosario, donde también reposan su madre, la profesora de la USC Socorro Ortega, y unos tíos. Una vez allí, ante un sepulcral silencio y sin la presencia de ningún sacerdote, el personal de la funeraria sacó el ataúd del coche y lo introdujo en la tumba.

Fue en ese momento cuando María Teresa Sampedro depositó un pequeño ramo de flores sobre el féretro de Charo. Tras unos instantes, los operarios hicieron ademán de comenzar a cerrar el sepulcro, pero entonces alguien advirtió que faltaban las cenizas de Asunta y otro miembro de la comitiva, un hombre joven, fue a buscar a otro punto del cementerio compostelano la urna con los restos de la niña, que se colocó a los pies del féretro de su madre.

Esta escena fue presenciada por una mujer que había acudido a visitar la tumba de un familiar, ubicada justo al lado de la de los abuelos de Rosario Porto, que por respeto se quedó allí, en silencio, durante el entierro.

Poco después, los operarios procedían a sellar la tumba y, tras unos minutos, los miembros del cortejo fúnebre se despidieron.

El propio José Luis Gutiérrez Aranguren confirmó a EL CORREO GALLEGO que la urna depositada junto al ataúd de Rosario Porto contenía los restos de Asunta Basterra. La decisión familiar de enterrar a la pequeña junto a su madre, noticia ofrecida en exclusiva en la edición digital de este rotativo, resultó muy chocante para numerosos internautas, que así lo hicieron constar a través de los comentarios que volcaron tanto en la web como en las redes sociales del periódico.

Según pudo saber este rotativo, la decisión se tomó a petición de la propia Charo Porto, que en una carta que envió desde la cárcel pedía que si a ella le pasaba algo la enterrasen con las cenizas de Asunta. Hasta ese momento, los restos de la pequeña estaban en una urna en el comedor del piso de Doutor Teixeiro, domicilio familiar de Rosario Porto. El juez autorizó en las últimas horas a la familia el traslado de sus restos del tanatorio de Ávila, donde estaba depositado desde hace más de un mes para darle sepultura en el panteón familiar. Rosario Porto, madre y asesina de la pequeña Asunta Basterra, se quitó la vida el pasado 18 de noviembre en el penal de Brieva, Ávila, donde cumplía una condena de 18 años por el crimen ocurrido el 21 de septiembre de 2013, después de que en el juicio se les condenara a ella y a su exmarido, Alfonso Basterra, por estos hechos. Tras su suicidio, el pasado noviembre, sus primos más cercanos reclamaron el cuerpo al juzgado, que no fue entregado hasta conocer las últimas voluntades de la fallecida.

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