El Hórreo se prepara ahora para la plaza elevada de la estación del AVE

La humanización de la futura calle del Hórreo va cogiendo forma. Tras culminarse los trabajos en superficie, con la construcción de la plataforma de preferencia peatonal, el próximo paso para esta zona será la visualización de lo que será la próxima plaza elevada de entrada al vestíbulo de la Estación del AVE de Santiago de Compostela. Aunque este ambicioso proyecto para la movilidad de Compostela no estará culminado hasta finales de 2024, lo cierto es que pronto se podrá comenzar a visualizar como quedará este espacio, puesto que la construcción de las bases avanza a muy buen ritmo.

En este sentido, los operarios han colocado ya buena parte de las pilastras que servirán de apoyo de la plazoleta, la cual estará a la altura del Hórreo, creando un entorno amable con el peatón, que sirva de nexo de unión entre los edificios para pasajeros y el interior del Ensanche.

De este modo, desde que arrancaron las obras en el pasado mes de enero, las actuaciones han avanzado a buen ritmo, tal y como queda a vista de cualquiera que se acerca por esta zona. Así, a mediados de julio se cerró la entrada sur (junto a la Galuresa) para ocupar el párquin con el propósito de cimentar y levantar los pilares. Por ello, en apenas tres meses ya se han colocado buena parte de ellos, algo posible gracias al modelo de trabajo innovador que lleva a cabo la adjudicataria de la obra, la empresa gallega Copasa y Taboada Ramos.

Una vez se ejecute esta fase, durante la siguiente etapa de la construcción se procederá a cortar parte de las vías de ferrocarril con la misión de arrancar con la cimentación del nuevo edificio para pasajeros, el cual irá sobre la actual recepción. Con ello, los viajeros entrarán en los andenes desde una planta superior, a diferencia de lo que sucede actualmente.

Sin duda, esta nueva estructura supondrá un cambio sustancial en la perspectiva de esta zona de la capital gallega, en la línea seguida también para la Estación de Autobuses, así como con la pasarela que conecta esta gran infraestructura.

Queda claro que Santiago se prepara para la llegada futura del AVE, así como para la creación de una urbe dónde se apueste por modelos de transporte o movimiento más sostenible. En ella, los peatones y los ciclistas serán los principales protagonistas, de ahí que la nueva estación, por un lado, plantee amplias zonas de estacionamiento para bicicletas y, por el otro, que se busque esa integración con las calles del corazón de Compostela, eliminando esa barrera que existía hasta ahora, con una carretera de cuatro carriles que obligaba a los pasajeros a desplazarse para poder encontrar un paso de peatones.

Por lo tanto, a partir de ahora, cada paso que se siga dando en el proyecto, ayudará a visualizar, todavía mejor, lo que será la estructura de la futura terminal ferroviaria.

AVANCES PREVIOS. Con anterioridad al levantamiento de las pilastras, Adif había llevado a cabo los preparativos del terreno con el traslado del Gabinete de Circulación a su nueva ubicación y la demolición del edificio donde se encontraba; el derribo de las naves existentes en la zona de estacionamiento y el reacondicionamiento del mismo; y la retirada de la farola centenaria y la colocación de una nueva verja en la entrada desde la Galuresa. Estas medidas sirvieron de base para arrancar, con todas las garantías, el desarrollo de lo que será una terminal completamente moderna, adaptada a las líneas de alta velocidad y que cuenta con un presupuesto total de 33,58 millones de euros.

Dentro de este gran proyecto innovador también habrá un hueco para la historia, puesto que se mantendrán las escaleras de acceso a la vieja terminal de tren, así como el mítico Verderón, el cual será restaurado en los próximos meses dado su estado de deterioro y, además, también tiene garantizada su ubicación actual.