El nuevo feísmo: coches tirados durante varios años en las calles

Aunque es difícil cuantificar el número de vehículos abandonados en las calles de Santiago, es muy habitual ver coches o furgonetas completamente deteriorados, llenos de polvo y, en algunos casos, con los neumáticos pinchados, ocupando una plaza de aparcamiento. En la larga lista se recogen ejemplos que acumulan más de un año tirados en la vía pública. Según el Race, la mayoría de los propietarios de estos vehículos deciden dejarlos en la calle por falta de recursos económicos para utilizarlos o porque no pueden hacer frente al pago de los impuestos.

Cualquier ciudadano puede notificar esta circunstancia al Concello, y una vez la Policía Local levanta acta de abandono de coches en la vía pública se abre un procedimiento para su retirada y traslado al depósito municipal, tal y como señalan desde el concello compostelano.

“A través del suministro de datos de la DGT se sabe el estado del vehículo. Lo más importante es comprobar si tiene alguna limitación de disposición-señalamiento (si tiene embargos, si está precintado, si tiene una reserva de dominio, etc.). Los vehículos con limitaciones no se pueden enviar a Residuos Sólidos Urbanos (RSU), que es el destino final de estos vehículos”, destacan desde el Concello.

Asimismo, subrayan que hay que notificar al titular que su vehículo está en el depósito, y aunque el titular reciba la comunicación, también se debe publicar en el BOP y en el DOGA. Desde ese momento se abre un plazo de dos meses para que el dueño pueda pasar a recogerlo, de lo contrario se hará efectivo su envío a Residuos Sólidos Urbanos. En este sentido, en el Concello subrayan que en el momento que el vehículo accede al depósito, “este genera un costo de almacenamiento, lo que se traduce que en si en cualquier momento el titular acreditado del vehículo lo quiere retirar, deberá abonar dicha cantidad”.

Además, indican que es difícil cuantificar el número de vehículos que hay actualmente en el depósito, dado que “son muchas las casuísticas: abandonados, embargados, sujetos a procedimientos judiciales y otras causas administrativas...”.

Sí que hay datos del tiempo de estancia en el depósito de los vehículos: el más antiguo llegó en el año 2010, y el más reciente es de diciembre del 2017. Desde esta fecha, están en procedimiento de declaración. Además, desde Raxoi señalan que en el año 2019 se dieron 43 vehículos de baja, y con respecto al coste generado por estancia, subrayan que es complicado de medir, debido a que, por ejemplo, “los vehículos judicializados pueden estar generando un coste del que finalmente el titular puede quedar exonerado por el propio juzgado”.