Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h
Quiroga Palacios quiso entrar en la ciudad como titular de la Mitra y delegó en el jefe del Cabildo para que asumiera por él la cátedra unos días antes, en diciembre de 1949 TEXTO Arturo Reboyras

El último deán que tomó posesión de la sede por un arzobispo de Santiago

Algunos compostelanos todavía recordarán la solemne ceremonia que acogió la Catedral de Santiago el 4 de diciembre de 1949. Aquel día tomaba posesión como arzobispo de la ciudad del Apóstol monseñor Fernando Quiroga Palacios, pero él no se encontraba en Compostela. Por eso delegó su representanción al entonces deán de la seo, Salustiano Portela Pazos, quien se sentó en la cátedra episcopal, situada en la Capilla Mayor de la Basílica, con mitra y báculo, dos insignias exclusivas del orden de los obispos.

“Fue la última vez que se pudo ver una imagen como esta en la Catedral: un deán tomando posesión de la sede por el arzobispo”, explica el doctor José Carro Otero, presidente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia y reconocido historiador. “Se hizo mediante poder escrito de representación concedido al presidente del Cabildo por el prelado entrante”, apunta, antes de añadir que en la fotografía que acompaña la información, de su archivo privado, se puede ver a Portela Pazos en la sede flanqueado por los canónigos Antonio Rodríguez Villasante, a la derecha; y Pío Gil, que “era natural de Jaca y había venido a Santiago con el anterior arzobispo, Tomás Muniz de Pablos”, según el doctor José Carro Otero. Revela, además, que, aunque no aparece en la fotografía, “en la parte izquierda de la misma estaba situado otro canónigo, Martínez Bretal, quién leyó públicamente el documento de poder que había concedido Quiroga Palacios para su toma de posesión”.

De esta manera, el hasta entonces titular de la Mitra de Mondoñedo hizo su entrada en la ciudad ya como arzobispo. Ocurrió siete días después de la ceremonia del deán con mitra y báculo en la Catedral, concretamente, el 11 de diciembre de 1949. Explica el doctor Carro Otero que aquel día nevaba en Compostela. Quiroga Palacios llegó a la ciudad y se trasladó hasta el convento de las Madres Mercedarias, donde se revistió e inició la procesión a pie por el casco histórico hasta la plaza del Obradoiro. Allí le esperaba una multitud. Luego accedió a la Catedral por el Pórtico de la Gloria. Tras la ceremonia se desplazó al Palacio Arzobispal, su nueva vivienda en Compostela.

“Quiroga Palacios estuvo 22 años al frente de esta Archidiócesis, era gallego, joven de 49 años en ese momento y tenía experiencia, pues fue promovido a este nuevo cargo desde el de obispo de Mondoñedo”, detalla el médico e historiador, a la vez que indica que “tenía un aspecto físico imponente que no pasaba desapercibido en ningún caso. Era de trato agradable, recibía a todo el mundo que quería verlo y dejó una obra sensible: la atención dedicada a varios Años Santos. Además, fue el primer presidente de la Conferencia Episcopal Española e impulsor de la construcción de edificios imponentes, como la Casa Diocesana de Ejercicios o el Seminario Menor”.

En 1953, el papa lo nombró cardenal con el título de San Agustín “y quienes entonces éramos niños, no olvidamos la solemne figura del conde Colaccichi, miembro de la Guardia Noble pontificia, que vino como portador del documento con el nombramiento cardenalicio y del solideo púrpura, expresión visible de tal rango”.

17 may 2020 / 22:38
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
Tema marcado como favorito