En un mes estará al fin adjudicado el imprescindible enlace orbital

A finales de este mes o a lo largo de julio se adjudicarán las obras de construcción del enlace orbital, la rotonda elevada que comunicará la autopista AP-9 con la autovía de Lavacolla A-54 y los polígonos industriales del norte de la ciudad.

Asi lo explicó a EL CORREO GALLEGO el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, señalando que se cumplirá así una histórica demanda no solo del sector empresarial, sino de toda la ciudad, por lo que puede suponer de descongestión del periférico, al aliviar el saturado acceso a Costa Vella, y de mejora en general de las conexiones en toda la zona norte de la capital de Galicia.

La adjudicación es inminente, por cuanto ya se han empezado a valorar las propuestas, tanto técnicas como económicas, de las empresas que se presentaron a la licitación de esta obra, presupuestada en más de veinticinco millones de euros.

Cuando se decretó el estado de alarma faltaban tan solo dos días para que se cerrara el plazo de presentación de propuestas, que concluía el 17 de marzo, pero la paralización de todos los procesos administrativos provocó que hasta hace unas semanas no se pudieran compatibilizar esos dos días que quedaban pendientes para cerrar por fin el proceso.

El avance de la desescalada ha permitido iniciar ya el proceso de contratación, y una vez evaluadas las propuestas técnicas, ya que las económicas se comprueban automáticamente, en pocos días pueden estas listas las ofertas para someterse a la mesa de contratación y elegir la ganadora entre las numerosas presentadas.

Después de muchos debates, por fin en enero del presente año salió a licitación la obra, que comprende la construcción de una rotonda elevada sobre el tronco de la AP-9 con cuatro ramales, para permitir todos los movimientos entre las dos vías de alta capacidad y la conexión directa con los polígonos de A Sionlla y Costa Vella.

De hecho, está previsto que la principal vía de acceso a estos parques empresariales, que actualmente se limita a un carril en cada sentido desde el periférico, pase a realizarse fundamentalmente a través del nuevo enlace.

conexiones. De esta forma, se conectará con un vial de ochocientos metros de longitud y con sección de autovía (dos carriles por sentido, con mediana) con la A-54, a la altura del actual enlace de San Marcos. Asimismo, también se ejecutará un nuevo carril de trenzado en el punto kilométrico 66 de la AP-9, entre los vehículos que se incorporan en sentido a A Coruña desde el enlace Santiago Norte, con los vehículos que saldrán desde la autopista en dirección al orbital.

Un nuevo enlace que ya se planificó en su momento teniendo en cuenta las modificaciones que se iban a llevar a cabo con motivo de la ampliación de la AP-9 a su paso por Santiago, ya que el objetivo del mismo es precisamente mejorar las conexiones también desde el centro de la ciudad, descongestionando de vehículos, sobre todo pesados, el periférico.

El plazo de ejecución previsto para llevar a cabo los trabajos es de treinta y tres meses, aunque no se descarta que alguna empresa pueda ofrecer una rebaja de tiempo en un proyecto que ha sido largamente demandado, hasta que el ministro Ábalos lo sacó a licitación el pasado mes de enero.

De hecho, desde la asociación Área Empresarial del Tambre, hasta el Foro Cívico o el Club Financiero de Santiago trasladaron a los respectivos gobiernos la imperiosa necesidad de construir este enlace para mejorar la conectividad de los parques empresariales, incluso con el aeropuerto, y de mejora de su competitividad.

Pero la obra, comenzada a planificar en el año 2011, a pesar de las reiteradas promesas de los sucesivos ministros de Fomento, no había conseguido ponerse en marcha hasta el presente año, aunque por lo menos ya se habían realizado las expropiaciones para disponer de los terrenos necesarios, y se habían llevado a cabo algunos trabajos previos en la autopista y la autovía, así como en los polígonos.