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Feísmo urbano: adiós a las inútiles cabinas tras medio siglo en las rúas

Se retiraron ayer seis ubicadas en las plazas Roxa y de Galicia, así como en Rosalía de Castro, Santiago de Chile, Mestre Mateo y San Pedro // Estaban en pésimo estado y no eran operativas

Las cabinas en Santiago tienen los días contados. Sobre todo porque la mayoría lucen un aspecto descuidado, que afea y mucho la estética de la ciudad. Así, ayer la compañía Telefónica procedió a retirar seis de ellas, ubicadas en diferentes puntos de la capital gallega, como por ejemplo la de la plaza Roxa. El lugar que durante tanto tiempo ocupó este teléfono público aparecía ayer marcado por un cono de obra, después de que se llevasen el mismo. Las cabinas comenzaron a instalarse en ciudades españolas hace más de cincuenta años, incluida la capital gallega.

No fueron las únicas instalaciones de este tipo que se retiraron. Varios operarios de la compañía se llevaron la cabina de la calle Rosalía de Castro, situada junto a la Farmacia; de Santiago de Chile, próxima al estanco; de la rúa de San Pedro, junto al nº 24; de la avenida de Barcelona, en el nº4, y de la plaza de Galicia.

Según confirmó a EL CORREO GALLEGO el concejal de Obras, Javier Fernández, no se van a retirar todas, “porque se trata de un servicio público universal y hay que mantener algunas”, dijo.

Si bien es cierto que en la actualidad tienen un nulo uso por parte de la población, porque casi todo el mundo tiene teléfono móvil y no se recurre a este tipo de servicio. De hecho, la mitad de las cabinas que existen en España no reciben ni una sola llamada al año. Con la decisión de retirar estos seis teléfonos públicos, el Ayuntamiento de Santiago se hace eco de la denuncia de este rotativo, que informó sobre el mal estado de la mayor parte de este tipo de mobiliario urbano, que además suele ser objeto de actos vandálicos, además de servir de tablón de anuncios.

El problema es que continúa vigente la normativa que establece la obligación de que haya al menos una cabina en los núcleos con más de mil habitantes, y otras más en función de la población. Y así seguirá por lo menos este año, hasta que se apruebe una prevista ley general de telecomunicaciones que se espera que ponga fin a la situación actual.

Hubo una época en Santiago en que este tipo de mobiliario urbano jugó un papel fundamental, puesto que en la década de los 80 aún había muchos pisos o casas que no contaban con teléfono. Esto ocurría en muchos pisos de estudiantes, así que para estos las cabinas eran muy necesarias.

Años más tarde llegaron los locutorios y muchos universitarios fueron dejando de lado las cabinas, más incómodas, al tener que usar monedas o tarjetas. Asimismo, su estética fue evolucionando con el paso del tiempo y de los espacios completamente cerrados, similares a las cabinas inglesas, pero sin ser de color rojo, se pasó a otras tipo marquesina.

Protagonista
“se trabaja para que la ciudad esté a punto”
Javier Fernández Concejal de Obras

“Estamos trabajando de manera conjunta desde la concejalía de Obras, Disciplina Urbanística, Patrimonio y Telefónica para preparar la ciudad de cara a este Año Santo, y realizar el mantenimiento de las cabinas que permanezcan operativas”, confirmó ayer el concejal de Obras, Javier Fernández.

En este sentido, el edil insistió en que no se van a retirar todas las cabinas de la capital gallega, porque la legislación no lo permite, y desde el Concello de Santiago intentarán que las que se mantienen estén en condiciones óptimas para ser utilizadas, en caso de que turistas o peregrinos las necesitasen. Si bien es cierto que hoy en día prácticamente todo el mundo cuenta con teléfono móvil.

23 feb 2021 / 01:00
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