Fiables rastreadores y amigos inseparables: unos ‘policías’ a cuatro patas para el Xacobeo
La unidad canina, que puede detectar desde dinero a armas de fuego, refuerza su presencia por la celebración del Año Santo
Una de las unidades que más simpatías despierta dentro de la Policía Nacional es la formada por agentes de cuatro patas: la Unidad de Guías Caninos, integrada dentro de la Jefatura de Unidades Especiales. La de Galicia, tiene sede en A Coruña, y con la celebración del Xacobeo ha incrementado sus desplazamientos y presencia en la capital gallega. Estos días se ha podido ver a agentes acompañados de perros en varias zonas del casco histórico, el punto clave de vigilancia. Algunos zonas en que recorren con frecuencia son el entorno de la Catedral y la Oficina de Acogida del Peregrino, en Carretas.
En sus inicios los perros eran adiestrados para funciones de obediencia, defensa, ataque y rastreo, pero con el paso del tiempo, la Unidad Especial fue en aumento al igual que las especialidades de los mismos. En la actualidad gran parte de ellos se han especializado en detección de explosivos y drogas, pero hay otros capaces de detectar billetes y armas de fuego. También son de gran utilidad los perros formados para el rescate, salvamento y recuperación de restos humanos, así como la detección de acelerantes de fuego, muy útiles en la investigación de incendios.
El dispositivo especial de la Policía Nacional para el Xacobeo incluye también inspecciones del subsuelo compostelano y rastreo por aire con helicópteros y drones. También se ha aumentado la presencia policial en las distintas rutas del Camino, donde hay puntos móviles en los que se puede desde pedir información hasta formular denuncias. Se recomienda además a los peregrinos la descarga de la aplicación móvil AlertCops.
LA RELACIÓN ENTRE AGENTES Y CANES. Detrás de la Unidad de Caninos no solo se encuentran labores de vigilancia y un fuerte entrenamiento, sino que hay verdaderas historias de amor entre agentes y canes. Una de ellas fue la protagonizada por Dionisio Ribadas, recordado por su tándem con el pastor alemán Maxi en la unidad de narcóticos del aeropuerto compostelano. Dionisio falleció en abril, menos de un año después de Maxi. Ambos formaban un equipo perfecto, y Dionisio hablaba del perro como un auténtico regalo para él. También explicaba que hay quien trata de confundir a los perros mezclando droga con otras sustancias, pero que estos siempre las descubren.