Germen de la dramaturgia en gallego

El Centro Dramático Galego salda estos días una deuda histórica con la escena gallega representando, por primera vez en Santiago, la obra A contenda do río Miño, considerada la primera pieza teatral escrita en gallego en el año 1671 por Gabriel Feixó de Araúxo.

En cartelera del Salón Teatro desde el pasado 28 de enero y hasta este próximo domingo con un total de nueve pases, el montaje producido por el CDG en colaboración con la Companhia de Teatro de Braga supone una ocasión única para poder “disfrutar de un espectáculo que es patrimonio de todos, considerado el texto fundacional de nuestra dramaturgia gallega”, tal y como recalca Fran Núñez en una entrevista con este periódico.

Director escénico y miembro del elenco de la obra, el también máximo responsable del CDG la define como “una comedia, casi un musical, en la que hay una parte de diversión y otra que invita a la reflexión de aspectos más serios como las fronteras y las relaciones entre los vecinos, también abordados desde la broma, que al final es como se analizan las cosas más serias”, o la lucha por los recursos y de clases, temas cuya actualidad sigue vigente.

Con una muy buena acogida en su primera semana en Compostela, Fran Núñez advierte a todos los que se estén pensando en si acudir o no a verla que en principio no va a ir luego de gira, por lo que subraya que “se trata de una oportunidad única para disfrutar de un clásico” que en los casi cuarenta años de existencia de la compañía pública gallega nunca se había puesto en escena en Compostela.

Un clásico que ya han visto también varios grupos de escolares durante su primera semana en el Salón Teatro, y cuya respuesta ha sido muy positiva, puesto que “conocen por encima el texto del instituto, y en principio vienen pensando que va a ser algo árido y que además está en un gallego que no es contemporáneo, pero luego comprueban que es divertido y se quedan muy sorprendidos con la puesta en escena”, según apunta.

Gran acogida entre los adolescentes. Para Fran Núñez se trata de un grupo de población muy a tener en cuenta, ya que “son el futuro, es muy importante que los adolescentes vayan al teatro y que su experiencia les invite a volver después, como a ir al cine o a cualquier otra representación artística”. “Nosotros nos lo planteamos como una experiencia piloto con escolares de entre quince y diecisiete años de edad, un colectivo muy sensible, y estamos muy contentos con el resultado”.

Estrenada por primera vez en el Festival de Teatro Clásico de Almagro en la edición de 2021, coincidiendo con la participación de Portugal como país invitado, A contenda do río Miño se llevó a escena por primera vez hace ahora cincuenta años por parte de la compañía coruñesa Teatro Circo, de la mano de Manuel Lourenzo y Jorge Estruch.

En esta ocasión, cuenta con un elenco formado por los intérpretes Rogério Boane, Sílvia Brito, Carlos Feio, Eduarda Filipa, António Jorge, Grasiela Müller, Aisa Pérez, Valentina Picciau, Solange Sá y el propio Fran Núñez, que explica que no le supone una dificultad añadida el hecho de participar como actor y director escénico en este proyecto, puesto que era algo a lo que ya estaba habituado a ello cuando trabajaba en el teatro privado.

De hecho, considera que al margen de la complicación que supone hacer encajar las piezas del puzzle como sucede en cualquier otro oficio, resulta incluso beneficioso poder estar a ambos lados del mismo para tener una visión de conjunto.

Con una sesión diaria desde mañana y hasta el próximo domingo en el Salón Teatro, A contenda do río Miño se pudo ver antes en Braga y en el festival de Cangas, además de en Almagro, siendo para Fran Núñez la representación más especial la que realizaron en Candelas de Tui en agosto de 2021, “un evento maravilloso por ser el lugar en el que tiene lugar donde está ambientada” esta pieza sobre las luchas por la pesca a ambos lados del río, y “por haberse podido llevar a cabo ante un aforo de setecientas personas al aire libre, el más grande ante el que habíamos podido actuar hasta la fecha tras la pandemia”.

Respecto a la posibilidad de recuperar esta pieza en el futuro para nuevas representaciones, reconoce que aunque todo es posible resulta muy complicado, entre otras cosas por las dificultades existentes para poder cuadrar la agenda del Centro Dramático Galego con la de la Companhia de Teatro de Braga.