Gran despliegue policial para reducir a una mujer armada cerca de la Catedral

Cuando se recibió en dependencias policiales el aviso de que una mujer se estaba paseando armada con un cuchillo y profiriendo voces por el entorno de la Catedral de Santiago saltaron todas las alarmas. Ocurrió al filo de las 12.30 horas de ayer y la llamada ciudadana puso en marcha inmediatamente un operativo de grandes dimensiones para hacer frente a cualquier amenaza. Los pocos peregrinos que había en ese momento en el Obradoiro, y las personas que transitaban por la plaza, no fueron ajenos al gran despliegue.

Las patrullas del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local, hasta seis vehículos llegó a contar EL CORREO, entraron en la emblemática explanada a toda velocidad y rápidamente procedieron a reducir a esta persona, que en ese momento estaba en la terraza de un establecimiento hostelero de la rúa de Raxoi, a escasos metros de la Catedral.

No puso resistencia a los agentes, que consiguieron desarmarla en cuestión de segundos, si bien la mujer no dejaba de proferir gritos; por lo que finalmente, y tras cachearla y revisar sus pertenencias, los efectivos policiales decidieron poner el episodio en conocimiento de los servicios de emergencias sanitarias. Así, hasta este punto se desplazó una ambulancia y el personal médico que, tras conversar con la mujer, consiguió convencerla para ser trasladada a un centro hospitalario.

Según informaron a este periódico fuentes oficiales del departamento municipal de Seguridade, la mujer es vecina de la zona monumental compostelana, aunque no es natural de Santiago. De hecho, la policía contactó ayer con su familia, que vive en Málaga, para comunicarle lo sucedido. Y es que, al parecer, indicaron las fuentes, el episodio ya se habría iniciado en la zona donde vive la mujer, que en un momento determinado decidió abandonar su vivienda armada con un cuchillo. Caminó por el casco histórico, llamando la atención con “frases incongruentes” de las personas que transitaban por la vía pública, hasta que finalmente fue reducida en la terraza de un establecimiento hostelero en torno al cual se congregaron casi una veintena de agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, como pudo comprobar este diario. En las inmediaciones, concretamente sobre la escalinata de Raxoi, también se reunieron numerosos curiosos impresionados por el despliegue policial.

Todo esto apenas una semana después de que en la Catedral se practicase un simulacro en el que las fuerzas de seguridad ensayaron, precisamente, un posible ataque terrorista, entre otras hipótesis.

Afortunadamente, en el suceso que se produjo ayer no hubo que lamentar heridos y todo remató en un susto.