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Tras el confinamiento se disparó el llamado ‘síndrome de la cabaña’ // La pandemia provocó un cuarenta por ciento más de llamadas al Teléfono de la Esperanza, muchas por depresión y ansiedad // “En los hogares hubo más conflictos al estar encerrados; la crisis sanitaria sacó lo mejor y lo peor de las familias” TEXTO Mar Mera

“Hay mucho pánico a salir de casa”

A los nuevos conceptos por la pandemia del coronavirus, como el de la desescalada, hay que unir ahora el del llamado síndrome de la cabaña. En el balance del año pasado del Teléfono de la Esperanza, que en Galicia tiene su sede en Santiago, sobresale este miedo a salir a la calle como uno de los problemas derivados del confinamiento.

El presidente de la organización en Compostela, Andrés Abel Fernández, asegura que “sobre todo, en la primera ola del coronavirus, muchos de los que nos llaman nos expresaban su temor e incluso pánico a salir de casa tras estar confinados y tener que enfrentarse a una situación nueva, de un virus que aún era muy desconocido y que provocaba muchos enfermos y muertes”.

Andrés Abel asegura que la pandemia provocó que todas las delegaciones del Teléfono de la Esperanza, que cumple ahora cincuenta años de actividad, “nos tuviésemos que adaptar, y de una forma muy rápida, a una situación que hizo que se disparasen las llamadas”. De hecho, comenta que se incrementaron en casi un cuarenta por ciento. Más de cinco mil solo en Santiago.

Así, explica que “nos reconvertimos en un gran call center para que los voluntarios de cualquier punto de España pudiesen atender el aluvión de llamadas”, aunque precisa que “en aquellos casos en que el usuario necesitase una atención más personalizada, que no fuese orientativa, cada delegación remitía la llamada a su lugar de origen”.

Entre los motivos de las llamadas, destaca los derivados por depresión y crisis de ansiedad, además de por duelos “porque muchas personas que perdieron a un ser querido por COVID no pudieron gestionar bien este fallecimiento al no poder estar con esa persona en los últimos momentos o por tener que hacer un funeral prácticamente en soledad”.

Uno de los principales escollos que vieron debido a la pandemia fue la dificultad de ayudar a los usuarios “con las herramientas tradicionales, ya que debido al aislamiento era difícil que intentasen cambiar sus pensamientos depresivos o de ansiedad agarrándose a pensamientos más positivos. Además, estaban más solos para afrontar esos problemas”.

Hace hincapié además en que “las ideas suicidas estuvieron muy presentes llegando a representar un treinta por ciento del total de las llamadas, aunque afortunadamente los suicidios no llegaron al 0,2 por ciento en España”.

Otra de las grandes problemáticas que destaca el presidente del Teléfono de la Esperanza en Santiago se centra en los conflictos familiares. “Aumentaron a raíz del confinamiento. La pandemia sacó lo mejor y lo peor de las familias”, asegura, al igual que los problemas económicos en los hogares debido a la crisis sanitaria.

Del balance de 2020 destaca la entrega de los voluntarios –25 en Santiago–, “que tuvieron que adaptarse de golpe a una situación nueva”.

50 aniversario
Cinco millones de demandas de auxilio

··· En el medio siglo del Teléfono de la Esperanza, las cifras dejan clara su aportación social, con cinco millones de llamadas, más de doscientas cincuenta mil las personas atendidas por especialistas en salud mental, realización de diez mil cursos y talleres organizados para atender a personas en crisis.

··· En el aniversario cuentan con la reina Letizia como presidenta de honor, y el apoyo de personas “comprometidas” como Rafa Nadal, Irene Villa o Luis Rojas Marcos.

25 feb 2021 / 01:00
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